2011, Número 6
Salud Mental 2011; 34 (6)
Fenomenología de la intersubjetividad en la enfermedad bipolar y en la esquizofrenia
Dörr ZO
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 26
Paginas: 507-515
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RESUMEN
I. Introducción y observaciones clínicasUno de los rasgos centrales de la esquizofrenia es la alteración a nivel de la relación interpersonal. El autismo de Bleuler y la dificultad de contacto de Minkowski son dos ejemplos de la trascendencia de esta perturbación. Pero también otros síntomas de la esquizofrenia pueden ser vistos desde la misma perspectiva. Así, en el síndrome paranoídeo el otro se torna tan poderoso que puede perseguir, asediar e invadir la intimidad del paciente. También las alucinaciones auditivas pueden ser concebidas como una peculiar perturbación de la relación con un otro anónimo.
Walter von Baeyer definió las características de este encuentro interpersonal deformado de los esquizofrénicos, el que se caracterizaría por la falta de reciprocidad, la anonimización y la mediatización. En el delirio de amor, por ejemplo, el paciente no puede defenderse de las voces amorosas o de las alucinaciones cenestésicas vinculadas a la esfera sexual. Por otra parte ese tú invasor, que en un comienzo tiene un nombre, va perdiendo su individualidad para hacerse colectivo. Por último, ese contacto con el otro alucinado se mediatiza, a través de aparatos como radios o televisores.
En la depresión también observamos una profunda alteración de la esfera interpersonal. Se podrían distinguir dos formas de depresión: las delirantes y las no delirantes. En la primera la sintomatología está comandada por el delirio (de culpa, ruina o enfermedad) y en las segundas por los síntomas corporales, la experiencia del «no poder» y la alteración de los ritmos biológicos. Y sin embargo y desde la perspectiva del encuentro, ambas tienen en común el progresivo desinterés en el otro y su reemplazo por el tema predominante: el cuerpo en un caso, el delirio en el otro.
En la manía lo más llamativo es la euforia, la hiperactividad, el pensamiento ideofugal y el insomnio, sin embargo, aquí también hay una profunda alteración de la interpersonalidad, p. ej., una pérdida de la distancia social hasta el extremo de la irrespetuosidad.
II. «Apresentación», temporalidad inmanente e intencionalidad en la constitución de la intersubjetividad según Husserl
En este capítulo se intenta explicar la teoría de la apresentación de Husserl y su rol en la constitución de la intersubjetividad.
III. Intersubjetividad y psicosis maníaca
Remitámonos al ejemplo de Binswanger de la paciente maníaca que ingresa a una iglesia donde se desarrolla un servicio religioso e interrumpe al organista para que le dé clases. El organista está presente para sí como el fluir de contenidos de conciencia, las sensaciones provenientes de su cuerpo, entre otras las de sus dedos tocando el órgano. Estas presentaciones están acompañadas de la «apresentación» de que él es un organista que ha sido contratado para tocar en el servicio religioso y esa misma «apresentación» la comparte con la comunidad que asiste a la iglesia. La paciente, en cambio, no comparte esta «apresentación»; ella no es capaz de «apresentar» que se trata de un concierto en el marco de un servicio religioso.
IV. Intersubjetividad y psicosis depresiva
El fluir de mi vida interna es, por cierto, inseparable de la temporalidad originaria, con respecto a la cual el tiempo objetivo es sólo un derivado. Y esa temporalidad se da como el permanente entrelazamiento de tres instancias que Husserl llama retentio (pasado), protentio (futuro) y presentatio (presente). En la depresión psicótica o delirante la alteración de la interpersonalidad no se encuentra en el fracaso de la «apresentación», como en la manía, sino en la alteración de la temporalidad y su rol en la constitución de la intersubjetividad. El auto-reproche significa una invasión del pasado (la retentio) por el futuro (la protentio), mientras en las ideas deliroides (una posibilidad, que yo me arruine, p. ej., es vivida como ya ocurrida) sucede a la inversa: el pasado invade al futuro.
V. Intersubjetividad y esquizofrenia
El concepto más fundamental de la fenomenología es el de intencionalidad, que apunta al hecho que todo fenómeno psíquico se caracteriza por estar referido a otra cosa que sí mismo. A través de la intencionalidad y por medio de los procesos de percepción/apercepción o de presentación/apresentación, el Yo constituye el objeto en su totalidad y con ello, el mundo común o koinos kosmos. En la esquizofrenia, en cambio, habría un debilitamiento de la intencionalidad, con las siguientes consecuencias:
1. De los objetos surgen múltiples significados.
2. El debilitamiento del arco intencional lleva a la laxitud de las asociaciones.
3. Se produce una «inversión de la intencionalidad» y el otro se transforma en perseguidor, porque la intencionalidad del paciente está debilitada y no es capaz de contrarrestar la intencionalidad del otro.
4. Este debilitamiento explica también la improductividad de la vida de estos pacientes, porque la intencionalidad ha fallado en la constitución del otro y del mundo.
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