2009, Número 3
Anales de Radiología México 2009; 8 (3)
Pseudotumor orbitario, un diagnóstico difícil. Correlación clínica, radiológica y patológica
Narváez CSJ, Biasotti FM
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 11
Paginas: 257-263
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RESUMEN
Introducción: Es la tercera patología más común de la órbita después de la orbitopatía tiroidea y de las enfermedades linfoproliferativas. Constituye un diagnóstico diferencial en las inflamaciones orbitarias y por ello es importante conocerlo. Sus causas y mecanismos aún no están bien dilucidadas. En las últimas décadas se ha logrado entender de mejor forma la entidad clínica, ayudado por la mejoría de las técnicas de imagen, inmunopatogenia y moleculares.Objetivo: Mejorar la precisión diagnóstica de pseudotumor orbitario con el análisis de datos clínico-radiológicos de casos comprobados por histopatología.
Material y métodos: Se realizó estudio retrospectivo de 12 pacientes registrados con el diagnóstico de “pseudotumor inflamatorio orbitario” (PIO) en el Servicio de Radiología e Imagen del Instituto de Oftalmología Conde de Valenciana en el periodo de enero de 2007 a septiembre de 2008. Del total sólo se incluyó a seis pacientes que contaban con comprobación patológica de la enfermedad. Se analizaron los hallazgos y diagnósticos clínico-radiológicos previos a la biopsia.
Resultados: Seis de los seis pacientes tuvieron diagnóstico radiológico y patológico de PIO; cabe mencionar que en uno de los seis pacientes el diagnóstico radiológico fue linfoma vs. pseudotumor inflamatorio. Hallazgos radiológicos: Seis pacientes mostraron aumento de volumen de la glándula lagrimal (en uno fue bilateral), cinco tenían proptosis, cinco presentaban afectación de los músculos extraoculares, en tres había cambios en la densidad de la grasa orbitaria, tres tenían compromiso intraconal y dos extraconal y en dos se observó afectación del nervio óptico. Los diagnósticos clínicos previos a la TC de los seis pacientes fueron: Un PIO, tres tumor orbitario, uno tumor de glándula lagrimal y celulitis y el restante no tenía diagnóstico asentado en el expediente. Hallazgos clínicos: Seis presentaban edema palpebral, en cuatro se palpó tumor en la glándula lagrimal (en uno era bilateral), en cuatro se observó la conjuntiva hiperémica, tres mostraron proptosis (uno bilateral), tres tenían movilidad ocular limitada, la agudeza visual estaba comprometida de forma importante en cuatro pacientes y sólo uno refirió dolor ocular con y sin palpación.
Conclusión: El PIO clínicamente puede representar un dilema diagnóstico, sin embargo la TC computada (TC) es un método que, en correlación con los datos clínicos, demostró tener un valor altamente específico para la evaluación y diagnóstico de esta patología.
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