2010, Número 3
Patol Rev Latinoam 2010; 48 (3)
Incidencia de carcinoma lobulillar in situ, lesiones de células columnares y carcinoma tubular. Análisis de 105 casos
Alvarado CI, Rubio GV, Valencia CR
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 10
Paginas: 155-159
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RESUMEN
Antecedentes: estudios recientes han demostrado que existe una fuerte asociación entre el carcinoma lobulillar in situ, las lesiones de células columnares y el carcinoma tubular; a este grupo de lesiones se le denomina “tríada de Rosen”, como tributo al doctor Paul Peter Rosen, quien fue el primer patólogo que asoció estas lesiones. Estos cambios morfológicos pueden tener implicaciones clínicas y patológicas.Objetivo: evaluar con qué frecuencia ocurre la tríada de Rosen en nuestra población de estudio.
Material y método: en los archivos de Patología del Hospital de Oncología (IMSS) se buscaron todos los casos con carcinoma tubular que se atendieron entre 1999 y 2007; las lesiones de células columnares se agruparon en tres categorías: lesiones de células columnares sin hiperplasia, lesiones de células columnares con hiperplasia y sin atipia y lesiones de células columnares con atipia. También se evaluó la existencia de carcinoma intraductal. En todos los casos fueron estudiados los receptores de estrógeno, los receptores de progesterona y el HER2/neu.
Resultados: 105 pacientes padecieron carcinoma tubular y la mediana de edad fue de 55 años; todas las lesiones se detectaron por mastografía y tenían un diámetro promedio de 1.5 cm. En 63 pacientes (60%) con carcinoma tubular hubo carcinoma lobulillar in situ o alguna forma de lesiones de células columnares. Respecto al grupo de la tríada, en 44 pacientes (70%) se identificaron lesiones de células columnares con atipia, en 14 pacientes (22%) se reconocieron lesiones de células columnares con hiperplasia y sin atipia y en 26 pacientes (41%) se identificó carcinoma intraductal. El carcinoma tubular, las lesiones de células columnares y el carcinoma lobulillar in situ fueron positivos a los receptores de estrógeno y de progesterona. El HER2/neu fue negativo.
Conclusiones: estos hallazgos ponen de manifiesto que las vías de evolución del carcinoma lobulillar in situ y del carcinoma tubular son similares a las de las lesiones de células columnares.
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