2007, Número 3
Rev Mex Cir Pediatr 2007; 14 (3)
Cierre Asistido por Vacío en Trauma Complejo de Periné: Reporte de un Caso
Asz-Sigall J, López-Eslava G, Córdova-Ortega JA, Medina-Vega FA, Ortega-Salgado JA
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 6
Paginas: 138-142
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RESUMEN
Introducción: Desde 1995 el sistema de cierre de heridas por vacío ha demostrado efectividad y seguridad en el manejo de heridas agudas y crónicas complejas, ayudando a protegerlas del medio ambiente, removiendo exudados y material necrótico, promoviendo la perfusión y granulación, así como ayudando a contraer los bordes de las mismas. A pesar de esto, su difusión y aceptación en nuestro país ha sido pobre, particularmente en la edad pediátrica. Presentamos el caso de un paciente con herida perineal compleja por trauma, tratado exitósamente con el sistema de cierre asistido por vacío.Presentación del caso: Masculino de tres años que fue arrollado por un trailer. Se trasladó al servicio de urgencias en donde fue reanimado agresivamente por encontrarse en estado de choque hipovolémico. Presentaba fractura compleja de pelvis con hematoma retroperitoneal, sospecha de fractura uretral, lesión esplénica grado I y una lesión perineal compleja que se extendía a la pierna derecha, con pérdida importante de tejidos blandos por abrasión y estallamiento del recto.
La lesión medía 30x24x18 cm. Fue sometido a laparotomía exploradora con sigmoidostomía de bocas separadas. La herida perineal se manejó inicialmente con sulfadiazina de plata. Al delimitarse la zona de necrosis, se realizó desbridación extensa y limpieza, encontrando estallamiento del ano, así como pérdida importante de piel, tejido celular subcutáneo y músculos, incluyendo el esfínter anal.
En los días siguientes se aplicó un apósito compuesto por una hidrofibra de carboximetilcelulosa sódica y plata ionizada así como un gel a base de alginato de calcio para controlar el exudado y favorecer el desbridamiento de las zonas necróticas restantes. Aunque la herida mejoró parcialmente, el difícil manejo del exudado nos motivó a colocar el sistema de cierre asistido por vacío (V.A.C., KCI San Antonio, Tx). Se obtuvo notable mejoría, con disminución importante del exudado, formación de tejido de granulación y contracción de los bordes de la misma. Durante la terapia con V.A.C. se colocaron expansores tisulares en el tórax posterior y se realizó anoplastía parcial con rotación de colgajos.
Una vez controlado el exudado y con un buen tejido de granulación, se colocó una matriz de epidermis obtenida de intestino delgado de cerdo, combinado con el apósito a base de hidrofibra de carboximetilcelulosa y plata ionizada, con la finalidad de disminuir el área a injertar. Unos días después se realizó injerto cutáneo de espesor total de 20x8 cm, que se integró en su totalidad. El paciente fue egresado del hospital en muy buenas condiciones. Actualmente deambula y recibe terapia de rehabilitación para continencia fecal. Requerirá de cierre de colostomía y vesicostomía, así como reparación de la lesión uretral.
Discusión: Este caso permite darnos cuenta de la dificultad y complejidad que conlleva el manejo de una herida grave. Es importante conocer la fisiopatología de la cicatrización así como todas las herramientas con que contamos para acelerar su proceso.
Aunque se utilizó una gran variedad de sustancias y productos para el manejó de esta herida, el sistema de cierre asistido por vacío cambió dramáticamente el curso de la misma, nos permitió controlar el exudado y la infección, reduciendo importantemente su tamaño, promoviendo una rápida vascularización y formación de tejido de granulación que nos proporcionaron un lecho adecuado para el injerto, reduciendo significativamente el tiempo de recuperación.
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