2008, Número 85
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Rev Enfer Infec Pediatr 2008; 21.22 (85)
Fiebre manchada de las Montañas Rocosas en pediatría Revisión clínica de una serie de 115 casos
De Lara HJ, Cárdenas BR
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 24
Paginas: 4-9
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RESUMEN
Objetivo: Presentar los hallazgos clínicos y de laboratorio en los niños con fiebre manchada de las Montañas Rocosas, así como el tratamiento que deberá ser iniciado en la etapa más temprana de la evolución del padecimiento, para poder disminuir la alta mortalidad. Además, instituir las medidas preventivas para poder disminuir el número de casos que se presentan en la región de la Comarca Lagunera.
Material y métodos: Se realizó un estudio de investigación clínica, prospectivo transversal, con 115 casos de fiebre manchada de las Montañas Rocosas en niños atendidos en el Hospital Infantil Universitario de Torreón, Coahuila, en un periodo de 32 años (1975- 2007) en una de las pocas zonas endémicas de esta enfermedad en México.
Resultados: Las edades de los pacientes variaron de dos a 17 años, siendo más frecuente en los menores de cinco años, con 34%. En cuanto al género, predominó el femenino con 53%. Los principales síntomas fueron fiebre y exantema (100%), así como, cefalea y mialgias (70%). Entre las alteraciones hematológicas se encontraron: leucocitosis, plaquetopenia, tiempo de protrombina (TP) alargado y tiempo parcial de tromboplastina (TPT) prolongado. La prueba de aglutinación al
Proteus 0x19 se realizó en 86% de los pacientes; se encontró positivo en 88% de ellos y negativo en 12%. Se halló convivencia con perros en 90% de los pacientes. El tratamiento que más se utilizó fue la tetraciclina con cloramfenicol (67%) y heparina (42%). La mortalidad fue de 55 por ciento.
Conclusiones: Este padecimiento es más frecuente en menores de cinco años, a diferencia de lo encontrado en otros estudios. Los signos clínicos que se presentaron en todos los casos fueron fiebre y exantema. Las pruebas de aglutinación sólo resultaron positivas en 88% de los casos. Los datos de mal pronóstico fueron: trombocitopenia, alteración del TP y del TPT y alteraciones neurológicas. La mortalidad fue elevada (más de 50%), sobre todo en los casos en que el tratamiento se inició después del sexto día de evolución. Las medidas preventivas para el control absoluto de la garrapata son el medio ideal para que desaparezca esta enfermedad de las áreas endémicas.
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