2005, Número 74
Rev Enfer Infec Pediatr 2005; 18.19 (74)
Viral encephalitis
Rosete SEM, Mejía DL, Morayta RA, Gómez ACM, Gómez GF
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 13
Paginas: 43-51
Archivo PDF: 94.31 Kb.
RESUMEN
Se conoce así a la infección del parénquima cerebral de etiología viral. La morbilidad y mortalidad es elevada y produce secuelas a largo plazo. Es más común en la primera década de la vida. No existe un patrón epidemiológico identificado debido a que existen diferentes agentes etiológicos causantes y a la dificultad para un aislamiento específico. No obstante, 85-90% de los casos corresponden a enterovirus; también pueden ser debidos a virus del grupo herpes, parotiditis y sarampión. Los individuos con inmunocompromiso tienen mayor riesgo de presentarla; sin embargo, los pacientes inmunocompetentes representan el mayor número de casos.La infección ocurre después de una viremia, de una inoculación directa del virus o después del contacto con terminaciones nerviosas libres en sitios especializados. El cuadro clínico común en la mayoría de encefalitis incluye: fiebre, cefalea, alteración del estado de alerta, desorientación, trastornos de la conducta y del lenguaje. Los signos neurológicos pueden ser focales o difusos, pudiendo incluir crisis convulsivas parciales o generalizadas. La etiología puede sugerirse con base al tropismo celular característico de cada virus.
Para realizar el diagnóstico hay que identificar una posible exposición a un caso índice, antecedentes de picaduras de mosquitos o mordedura de un animal. El examen de líquido cefalorraquídeo (LCR) es esencial para confirmar el diagnóstico; además, se realiza exudado faríngeo, uro y coprocultivo para búsqueda de adenovirus y enterovirus; las determinaciones deben realizarse en muestras pareadas en LCR y suero. Otras pruebas importantes son la reacción en cadena de polimerasa (PCR) y la prueba de PCR con enzima transcriptasa reversa (RT-PCR).
El tratamiento de la encefalitis viral se enfoca a medidas de soporte: analgésicos, antipiréticos, mantener estado hidroelectrolítico adecuado, apoyo nutricional, control de crisis convulsivas, monitoreo de presión intracraneana. Son pocos los patógenos virales para los que se dispone de un tratamiento específico: en el caso de VHS aciclovir, y para CMV ganciclovir. La aplicación de vacunas puede funcionar como medida profiláctica; sin embargo, no existen vacunas para todos los patógenos virales que potencialmente pueden causar ésta infección; actualmente se realiza vacunación para polio, sarampión, paperas, rubéola, varicela, rabia e influenza A y B.
REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)