2009, Número S1
Directrices para la selección de analgesia obstétrica
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 11
Paginas: 44-47
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FRAGMENTO
INTRODUCCIÓN
El control del dolor durante el trabajo de parto es una responsabilidad exclusiva del anestesiólogo; el dolor obstétrico afecta a todas las pacientes embarazadas en diversos grados y su complejidad involucra alteraciones bioquímicas y fisiológicas que afectan no solamente a la madre sino también al feto, e interactúan interfiriendo con la evolución normal del trabajo de parto; estos cambios pueden originar un trabajo de parto disfuncional y prolongación del mismo. Posterior al parto, la experiencia dolorosa puede desencadenar alteraciones emocionales, como depresión, ansiedad y disfunción sexual. La importancia radica en la correcta selección, aplicación, vigilancia y recuperación de los procedimientos de analgesia obstétrica, ya que de ello depende el bienestar de la madre, del feto y del recién nacido. Los errores u omisiones en la técnica, son causa de morbilidad-mortalidad en uno o ambos componentes del binomio y de secuelas neurológicas permanentes en el recién nacido. Melzack, desde 1954, demostró que la intensidad del dolor obstétrico es importante, severa e intolerable. El dolor es el pasado, presente y futuro del anestesiólogo y el alivio es un derecho humano fundamental. Para proporcionar alivio del dolor, actualmente se dispone de varias alternativas analgésicas durante el trabajo de parto, parto vaginal y puerperio; desde técnicas intravenosas con narcóticos, inhalatorias, bloqueos regionales, técnicas peridurales, espinales y combinadas. Analgesia brindada siempre en condiciones de seguridad para la madre, el feto y el recién nacido.
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