2008, Número 6
Salud Mental 2008; 31 (6)
Conductas alimentarias de riesgo y habilidades sociales en una muestra de adolescentes mexicanas
León HRC, Gómez-Peresmitré G, Platas AS
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 19
Paginas: 447-452
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RESUMEN
En las investigaciones relacionadas con los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) se distinguen dos vertientes principales. Por una parte proliferan los trabajos en el ámbito clínico, éstos se enfocan en la sintomatología, en esclarecer la taxonomía psiquiátrica y en el tratamiento de dichos trastornos. Por otra parte, se constata la investigación en el ámbito epidemiológico, la cual está más enfocada en la comprensión del fenómeno. De esta segunda vertiente se deriva,a principios de la década de los noventa, el enfoque preventivo,el cual centra su interés en la población de riesgo. Es en este enfoque en el cual se enmarca el presente trabajo. La distinción entre un TCA y un factor de riesgo es que el primero conforma un síndrome, un conjunto de síntomas (cuantitativa y cualitativamente) agrupados como criterios diagnósticos señalados en el DSM-IV-TR, mientras que los factores de riesgo son aquellas manifestaciones o síntomas aislados que se presentan con menor magnitud y frecuencia. El presente trabajo tuvo como objetivo determinar si existe relación entre las variables: habilidades sociales y conductas alimentarias anómalas (seguimiento de dieta restringida y preocupación por el peso y la comida) en mujeres adolescentes mexicanas. Se trabajó con una muestra de N=700 mujeres de cinco distintas secundarias públicas mixtas con X =12.81 de edad y DE=0.73. Los datos se recopilaron mediante dos instrumentos: el Cuestionario de Alimentación y Salud, y la Escala Pluridimensional de Conducta Asertiva adaptada a población mexicana. Entre los resultados de mayor relevancia se encontró una correlación significativa entre las variables: habilidades sociales y conductas alimentarias anómalas (dieta r=0.148, p‹ 0.01 y preocupación por el peso y la comida r=0.081, p‹ 0.05). Aunque la correlación fue baja resultó ser positiva, esto se puede interpretar como una tendencia en la siguiente dirección: «A mayor problemática en habilidades sociales, mayor seguimiento de dieta restringida y mayor preocupación por el peso y la comida». En un segundo análisis en el cual se compararon grupos extremos (nivel alto y nivel bajo de habilidades sociales), se encontraron resultados que confirman la relación entre estas variables. El valor de las medias indica que en el grupo con nivel bajo de habilidades sociales se reportó una mayor problemática durante el seguimiento de una dieta restringida [t (306)=-1.329, p=.002], comparado con el grupo de nivel alto de habilidades. Una de las aportaciones más interesantes fue el hecho de que entre las adolescentes mexicanas, a semejanza de mujeres que habitan en países de primer mundo como EU, Francia y España, se encontró una relación entre niveles bajos de habilidades sociales y el seguimiento de una dieta restringida. Este fenómeno incrementa el riesgo de padecer un TCA y pone de manifiesto el efecto de la presión social con referencia a la cultura de la delgadez en países como México, que es una sociedad en vías de desarrollo.REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)