2008, Número 02
Ginecol Obstet Mex 2008; 76 (02)
Adenocarcinoma invasor primario de trompa de Falopio concomitante con enfermedad pélvica inflamatoria aguda. Comunicación de un caso y revisión de la bibliografía
Hernández MA, Pacheco PR, Estrada HMR, García JE, Polanco GJC
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 10
Paginas: 118-124
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RESUMEN
EI adenocarcinoma invasor primario de la trompa de Falopio, de acuerdo con lo reportado en la bibliografía mundial, puede considerarse el más raro de los tumores ginecológicos, ya que su incidencia es del 0.3 al 1.8%. Casi siempre se diagnostica durante una intervención quirúrgica realizada por otros motivos o es el resultado del reporte histopatológico definitivo. Por lo general, se manifiesta entre los 50 y 70 años de edad. Aunque los signos y síntomas clínicos son muy inespecíficos, los indicios más frecuentes son: dolor abdominal o masa pélvica en 80% de los casos, hemorragia transvaginal en 50%, descarga serohemática transvaginal intensa (hidrops tubae profluens) en 11.1%, peritonitis pélvica en 3.7% y reportes citológicos de adenocarcinoma con biopsia endometrial negativa en 25 al 60%. Su tratamiento es principalmente quirúrgico, similar al del cáncer epitelial de ovario, y consiste en un lavado peritoneal seguido de histerectomía abdominal total con salpingooforectomía bilateral, para la etapificación adecuada se requiere omentectomía con linfadenectomía pélvica y paraaórtica sistemática; en estadios avanzados III y IV se precisa de citorreducción enérgica. En algunas pacientes se puede recurrir a quimioterapia coadyuvante. En los casos de persistencia o recurrencia de la enfermedad, la quimioterapia puede constituir una segunda línea de tratamiento; en estadios tempranos con bajo riesgo no necesariamente debe hacerse la estadificación quirúrgica completa. Los criterios para prescribir terapias coadyuvantes son sumamente controvertidos, toda vez que no existen pruebas estadísticamente significativas de que aumenten la supervivencia, la cual es, a cinco años, del 64% para el estadio I, del 42% para el II, del 32% para el III y de sólo 17% para el estadio IV. Las neoplasias malignas de la trompa de Falopio, además de ser raras, tienen un mal pronóstico.REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)