2024, Número 3
Evolución de los pacientes con diagnóstico de otoesclerosis avanzada con implantación coclear: serie de casos
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 9
Paginas: 183-186
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RESUMEN
La otoesclerosis avanzada es una condición caracterizada por una pérdida auditiva significativa debido al crecimiento anormal de hueso en el oído interno. Los audífonos tradicionales a menudo resultan insuficientes para proporcionar una discriminación auditiva adecuada para las personas afectadas. El implante coclear ha surgido como una opción de tratamiento potencial para la otoesclerosis avanzada, especialmente cuando los auxiliares auditivos convencionales no ofrecen resultados satisfactorios. El procedimiento implica implantar quirúrgicamente un dispositivo que estimula directamente el nervio auditivo, evitando las estructuras dañadas dentro del oído interno. A pesar de sus posibles beneficios, el implante coclear en la otoesclerosis avanzada presenta desafíos únicos. La osificación de la cóclea, una característica común en casos avanzados, complica el proceso quirúrgico y puede llevar a resultados auditivos subóptimos. La investigación sobre el implante coclear para la otoesclerosis avanzada está en curso, con el objetivo de mejorar las técnicas quirúrgicas y los criterios de selección de pacientes. Además, los estudios se centran en optimizar las estrategias de rehabilitación para maximizar la función auditiva después del implante. Aunque controvertido en algunos casos, el implante coclear sigue siendo una opción prometedora para las personas con otoesclerosis avanzada, ofreciendo la posibilidad de mejorar la comunicación y la calidad de vida.INTRODUCCIóN
La otoesclerosis es una enfermedad que afecta al hueso endocondral de la cápsula ótica. Una lesión otosclerótica se caracteriza por una reabsorción y depósito de hueso desordenados. Histológicamente, consta de áreas de resorción ósea, formación de hueso nuevo, proliferación vascular y estroma de tejido conectivo.
El sitio más común es la fissula ante fenestram ubicada anterior a la ventana oval.1 La otoesclerosis "clínica" ocurre cuando una lesión afecta el estribo o la articulación estapediovestibular, lo que produce pérdida auditiva conductiva. La condición metabólica puede eventualmente progresar, resultando en pérdida auditiva neurosensorial (SNHL) u otoesclerosis "coclear". House y Sheehy en 1961 describieron por primera vez la otoesclerosis muy avanzada como otoesclerosis clínica con umbrales de conducción aérea superiores a 85 dB y umbrales de conducción ósea no medibles debido a los límites de los audiómetros de la época.2
La prevalencia media en la población caucásica es de 1/3,000. Según diversos estudios realizados a lo largo del tiempo, en la fisiopatología intervienen factores etiológicos, como genética, factores hormonales e infecciones virales.3
Para la descripción en cuanto a la ubicación y extensión de las placas de osteoespongiosis, en el año 2005 Symons y Fanning proponen un sistema de graduación mediante tomografía computada, basado en la distribución de la desmineralización ósea de la capsula ótica.4
Los criterios audiométricos para el implante coclear se han ampliado significativamente con el tiempo. Actualmente, los criterios para la implantación coclear convencional aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) incluyen pérdida auditiva neurosensorial de moderada a profunda en ambos oídos y ≤ 50% de reconocimiento de palabras en el oído que se va a implantar y ≤ 60% en el oído opuesto o binauralmente. Cuando la pérdida auditiva neurosensorial es profunda y el reconocimiento de palabra es inferior a 50% a 60 dB con audífonos eficientes, el paciente puede cumplir con los criterios clínicos de implantación coclear. Así, en la etapa avanzada de otoesclerosis, los algoritmos de manejo incluyen la estapedotomía, además de auxiliares auditivos eficientes o el implante coclear.5 A pesar de las evidencias que demuestran una mejora significativa en la función auditiva con el uso del implante coclear en casos de otoesclerosis avanzada, su aplicación actual sigue siendo objeto de debate. Las controversias giran en torno a los riesgos adicionales durante los procedimientos quirúrgicos y la posibilidad de pérdida auditiva debido a la osificación ósea en la cóclea, un efecto secundario potencial del traumatismo causado por la inserción del electrodo. Estos aspectos han generado incertidumbre en la comunidad médica respecto a la idoneidad del implante coclear en este contexto específico.6
PRESENTACIÓN DE CASOS CLÍNICOS
En la Tabla 1 mostramos una serie de casos clínicos con diagnóstico de otoesclerosis avanzada, los cuales recibieron tratamiento con implante coclear de forma unilateral, se incluyen ambos sexos, de edad indistinta, diagnóstico mediante tomografía computada, con hipoacusia profunda mixta o neurosensorial, con uso previo de auxiliares auditivos con un nivel bajo de reconocimiento de palabras, de forma indistinta se incluyeron pacientes que han recibido o no tratamiento médico o quirúrgico con estapedectomía. Asimismo, en la Tabla 1 se observa el porcentaje de reconocimiento de palabras 12 meses después de la implantación coclear.
DISCUSIóN
Los pacientes con otoesclerosis plantean desafíos específicos cuando se considera la aplicación de implantes cocleares. La colocación quirúrgica de estos dispositivos puede resultar más compleja, aumentando el riesgo de complicaciones postoperatorias como la osificación coclear y la estimulación del nervio facial.7 Estos factores pueden afectar negativamente el funcionamiento del implante, requiriendo revisiones o incluso reimplantación.8 En un estudio realizado por Lenarz y sus colegas,9 se encontró que los pacientes con otoesclerosis e hipoacusia mixta de moderada a grave experimentaron mejoras significativas en su audición con la utilización de implantes cocleares, como se demostró mediante pruebas audiométricas.
Nuestro estudio refuerza estos hallazgos, mostrando una mejora sustancial en el rendimiento auditivo en todos los pacientes después de 12 meses de uso del implante coclear. Interesantemente, no se observaron diferencias significativas entre los pacientes que habían recibido tratamiento médico o quirúrgico previo a la implantación, ni en relación al tipo de electrodo utilizado. Se registró un aumento significativo en el reconocimiento de palabras, con al menos 30% de mejoría. Como podemos observar en la Figura 1, se evidencia de forma objetiva la favorable evolución de uno de los pacientes, llegando a un reconocimiento de palabra posterior a la implantación de 90%.
A pesar de que la implantación coclear en casos de otoesclerosis avanzada continúa siendo un tema controversial debido a los desafíos quirúrgicos y de rehabilitación auditiva que presenta, nuestros resultados subrayan la importancia de considerar esta opción terapéutica. La mejoría en la comunicación del paciente y, sobre todo, en su calidad de vida, son aspectos destacados que respaldan la viabilidad y eficacia de los implantes cocleares en este contexto.
CONCLUSIóN
Este reporte de casos arroja luz sobre un pronóstico alentador en el rendimiento auditivo de los pacientes diagnosticados con otoesclerosis avanzada que han sido sometidos a un implante coclear. Estos descubrimientos respaldan de manera contundente la eficacia de esta intervención en el tratamiento de la pérdida auditiva asociada con esta condición. Es importante destacar el papel fundamental que desempeña el implante coclear como una opción terapéutica viable y efectiva en estos casos, lo que subraya su relevancia en la mejora significativa de la calidad de vida de los pacientes afectados por otoesclerosis avanzada.
REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
AFILIACIONES
1 Servicio de Audiología Adultos.
2 División de Audiología y Otoneurología.
3 Servicio de Audiología Pediátrica, Instituto Nacional de Rehabilitación "Luis Guillermo Ibarra Ibarra".
4 Rehabilitación de los Trastornos de la Audición y el Equilibrio.
Conflicto de intereses: los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Financiamiento: no se recibió ningún patrocinio para llevar a cabo este artículo.
CORRESPONDENCIA
Ruth Arisbeth López Gamboa. E-mail: dra.rlopezgamboa@gmail.comRecibido: 08 de mayo de 2024. Aceptado: 04 de julio de 2024.