2023, Número 3
Los trastornos de la COVID-19 en la Educación Médica
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 8
Paginas: 99-100
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) declara la pandemia por SARS-CoV-2 el 11 de marzo de 2020 representando una emergencia sanitaria con consecuencias importantes a la salud y a la economía. No obstante, también en el ámbito educativo tuvo un gran impacto trayendo como consecuencia la suspensión de labores de forma abrupta, retando las capacidades institucionales evidenciando fortalezas y debilidades. Es por ello que los gobiernos se vieron en la necesidad de implementar medidas extremas, tales como el confinamiento de la población, suspensión de eventos deportivos y servicios no básicos, cierre de fronteras, suspensión de labores en población vulnerable que conllevó el envío a casa de trabajadores y estudiantes de todos los niveles educativos.1
En el caso de la formación de los recursos humanos para la salud se vieron afectados en sus programas académicos y operativos. Las clases y sesiones generales y de casos clínicos migraron a ser virtuales, se suspendieron rotaciones externas ya que diversos hospitales cerraron sus puertas para evitar propagación del virus, los médicos internos de pregrado fueron retirados de los hospitales pausando su actividad asistencial y académica. En posgrado, los residentes permanecieron en los hospitales dejando lo académico para estar en primera línea de atención.
A nivel de educación médica, la pandemia frenó los avances de transformación pedagógica a base de competencias en donde se promueve la enseñanza activa en equipo y la facilitación de la educación individualizada e interprofesional, es decir, la simulación de escenarios clínicos con pacientes hospitalizados y con un educador a su lado, ya sea trabajando de forma individual o en pequeños grupos, en forma de rotaciones o de actividades programadas.2
Subsecuente a ello y a la necesidad del aislamiento social y el cambio en las actividades asistenciales de profesores y estudiantes, la experiencia práctica se ha modificado, por lo que se imponen nuevas directrices en el proceso de enseñanza-aprendizaje sin perder su esencia.2
Tal es el caso de la enseñanza virtual, misma que representa un reto para autoridades universitarias, los docentes y los estudiantes. Desde la disponibilidad de internet, tener un ambiente adecuado en casa para el estudio, manejo de plataformas virtuales, la capacidad del docente para dictar cursos a distancia, el soporte académico tecnológico de la universidad y los contenidos docentes adaptados a esta estrategia de trabajo. Algunos autores mencionan que la enseñanza virtual podría superar a la presencial en el aumento de conocimiento y la mejora de la práctica clínica en médicos y demás profesionales de la salud. Para que esto se pueda lograr, se necesita de un plan de mejora rediseñando los contenidos y las actividades docentes para adecuarlos e integrarlos a la nueva realidad, adaptando modelos de aprendizaje en todas las áreas, garantizando así la transferencia a los estudiantes de actividades y soporte técnico adecuado. Por tanto, la telemedicina es ya una realidad, generando un gran impulso en esta nueva era de la educación médica. En la actualidad, existen un sinfín de plataformas virtuales donde se realizan interconsultas hospitalarias, consultas médicas y sesiones generales.3
Sin embargo, ante tal avance tecnológico, existen ventajas y desventajas. Entre las ventajas podemos enumerar:
- 1. La flexibilidad en el tiempo: el profesor puede ajustarse a sus actividades médicas, como el alumno a organizar sus clases.
- 2. Oportunidad en el error: trabajar bajo presión es algo a lo que el futuro médico debe acostumbrase, pero en un medio de enseñanza virtual puede aprender de sus errores para, ya una vez perfeccionado, aplicarlo al paciente real.
- 3. Grabación de las clases: las plataformas virtuales permiten la grabación de las lecciones impartidas, para luego repetirlas o compartirlas en caso de que se necesite.
Como desventajas podemos mencionar:
- 1. Deficiencias tecnológicas que pueden ir desde Internet de baja velocidad hasta falta de acceso a la web en cada lugar y equipo de cómputo obsoleto.
- 2. Distracciones para el estudiante no comprometido, resulta difícil no caer en distracciones digitales desde sus dispositivos.
- 3. Hábitos de estudio: pueden ser perjudiciales al no tener la presión de un tutor o de un paciente presencial. En el caso de este último, recordemos que la relación médico-paciente es fundamental en la preparación de un galeno ético.
- 4. Sobrecarga de trabajo en el profesorado al asumir su trabajo como médicos y como docentes siendo un reto el aprender a utilizar los recursos digitales.4
La educación virtual llegó para quedarse y es hora de mejorarla tanto en su contenido, organización y estructura, como en requerimientos tecnológicos para su funcionamiento. Se trata entonces de buscar las herramientas adecuadas que ya se han utilizado en otros países e implementarlas en nuestro medio. La actitud como docentes y alumnos es fomentar un cambio positivo y radical hacia la autonomía, en donde el autoaprendizaje debe ser fundamental en estos momentos.5
Frente a este cambio constante, la única forma de ver nuestro rumbo son las evaluaciones sobre las estrategias adoptadas. Muchos planes se encuentran en una fase de piloto y ameritarán modificaciones conforme sean revisados. Esto permitirá identificar y superar los problemas que presenta la educación médica a distancia.6
Derivado de lo antes mencionado, se debe aprender de esta experiencia y proceder a implementar modelos alternativos digitales de enseñanza mediante las tecnologías de la información y comunicación (TIC) con un enfoque actual, práctico y pedagógico que permita la optimización de recursos y plataformas. De la misma forma, lo debe ser su respectiva evaluación para detectar áreas de mejora y corregirlas, postulando así perspectivas para el desarrollo futuro de la educación médica con acciones perdurables como mantener los procesos formativos en pregrado y postgrado, fortalecer la educación médica continua, apoyar gestiones institucionales con área de telemedicina, impulsar el acceso a la información en las instituciones de salud y educativas, cuidar la salud física y mental de todos los profesionales de la salud, del profesorado y de nuestros médicos becarios de todas las áreas, contemplando además las limitantes propias que conllevan los determinantes sociales a los que aún nos enfrentamos en nuestro país.7,8
Por último, resulta crucial que la comunidad académica aprenda de la experiencia, la evaluación y la investigación, al mismo tiempo que las facultades/universidades implementen y actualicen programas académicos de todas las especialidades de forma urgente. Esta tragedia nos llevó a la mejora de la Educación Médica.
REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
AFILIACIONES
1 Hospital de la Zona Norte "Bicentenario de la Independencia" de los Servicios de Salud del Estado de Puebla.
2 Cirujano Pediatra. Director. Socio Numerario de la Academia Mexicana de Pediatría. Sistema Nacional de Investigadores. CONACYT.
3 Pediatra. Jefa de Enseñanza e Investigación.
CORRESPONDENCIA
Dr. Manuel Gil Vargas. E-mail: gilvm@yahoo.com