2003, Número 3
Gac Med Mex 2003; 139 (3)
La pretendida supremacía de lo natural
Lifshitz A
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 8
Paginas: 294-298
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FRAGMENTO
Introducción El culto de lo natural ha relegado a lo que no lo es a la condición de pernicioso o dañino o, al menos, subordinado. Llámese artificial, fabricado, químico o sintético, se presume que no tiene las ventajas de lo que produce la naturaleza. En términos de terapéutica, por ejemplo, se contrasta la que armoniza con las fuerzas naturales y la que las violenta. Algunas corrientes de la medicina natural ofrecen una terapéutica a base de remedios herbolarios, prácticamente sin procesamiento industrial, alimentación casi siempre vegetariana, el empleo de elementos del ambiente como el agua, la miel y el polen o los productos del mar; su forma farmacéutica preferida es la infusión, de tal manera que suele curar con “tés”, complementados con dietas, ayunos, enemas y baños. En la cosmética también se publicita, como una cualidad inobjetable, el que su origen sea natural y el que no tenga aditivos químicos ni elementos de artificio, porque así la belleza se integra al medio ambiente y no se generan efectos inconvenientes que producen los productos artificiales. Y todo esto ha convencido a muchas personas para buscar remedio a sus males o intentar alcanzar sus aspiraciones estéticas sin traspasar los límites de la naturaleza. Este movimiento coincide con el de reivindicación de la defensa del medio ambiente, que ha arraigado fuertemente ya en las nuevas generaciones, de tal modo que se refuerza la ecuación maniquea de que lo natural es, por definición, bueno, mientras que lo artificial es malo, aun en la terapéutica y la cosmética. No sin ánimo peyorativo se habla de mantenimiento “artificial” de la vida, inteligencia “artificial” o creación “artificial” de la vida, siempre supeditadas a lo natural y jerárquicamente subordinadas. Este escrito aspira a analizar los argumentos a favor de esta pretendida superioridad de lo natural, a identificar diferencias ontológicas entre lo natural y lo artificial, a cuestionar si hay una relación jerárquica entre ellas y a ubicar ambas vertientes como alternativas, todo ello en el contexto de la atención médica.REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)