2002, Número 2
Rev Mex Med Urg 2002; 1 (2)
El Servicio de Urgencias, ¿Una extensión del Servicio de Medicina Interna?
Peña VR
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 0
Paginas: 42
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FRAGMENTO
Quienes han trabajado en los servicios de urgencias de muchos hospitales de México, entenderán perfectamente el título de esta editorial. El tiempo de estancia de los pacientes que permanecen en las unidades de observación de docenas de servicios de urgencias se prolonga a veces por varios días. A primera vista esto podría pensarse que es debido a ineficiencia del servicio, que los procesos diagnósticos o de tratamiento son inoperantes y obsoletos o que el personal médico y de enfermería es ineficiente. Sin embargo esto está muy alejado de la realidad. El esfuerzo que realiza el personal operativo de muchos servicios de urgencias es realmente de reconocerse y por lo general los pacientes están bien diagnosticados y tratados. Entonces ¿Por qué un paciente puede durar más de 2 días en urgencias? La respuesta es simple, la falta de camas disponibles en hospitalización, particularmente en el Servicio de Medicina Interna. Esta situación hace que por más que se acelere el diagnóstico y manejo de los pacientes en emergencias, la lentitud en los procesos de hospitalización hacen que se genere un caos en urgencias. Siendo poco objetivos pensaríamos entonces que los médicos internistas son ineficientes. Situación también errónea, muchos de los pacientes que son hospitalizados presentan enfermedades crónico degenerativas complicadas, que prolongan considerablemente el tiempo de estancia. Por ejemplo cuando los pacientes son sometidos a ventilación mecánica por enfermedades respiratorias crónicas con un proceso infeccioso pulmonar, el tiempo de estancia necesario para su mejoría suele prolongarse por varios días o semanas. Los múltiples factores inherentes a la salud de cada paciente crónico hacen que sea necesario en la actualidad dar un giro a la visión que se tiene de los protocolos de atención hospitalaria en los servicios de medicina interna, ya que si no se generan cambios en los procesos de tratamiento en este tipo de pacientes, urgencias seguirá siendo una extensión del servicio de medicina interna y no podrá abatirse el tiempo de estancia. Idealmente un paciente en urgencias no debería permanecer más de 8 horas. Sin embargo, esto es ahora difícil si no imposible en grandes centros hospitalarios de segundo nivel, donde por falta de camas es necesario prolongar la atención de los pacientes en urgencias. La tendencia en México para reducir este problema sin duda no es a tener mejores o más sofisticados equipos de monitoreo y ventilación mecánica en medicina interna, sino a desarrollar una verdadera medicina preventiva. Las acciones en primer nivel de atención son por mucho, más importantes que aumentar el número de camas en hospitalización. La calidad de vida de los pacientes con enfermedades crónicas como la diabetes mellitus, hipertensión arterial y problemas respiratorios crónicos, mejoraría radicalmente si se impidiera el desarrollo de las complicaciones crónicas que son hoy por hoy el principal problema en atención hospitalaria en los servicios de medicina interna. Los costos de tratamiento de la insuficiencia renal crónica, macro y microangiopatías diabéticas, oxígeno dependencia de cientos de pacientes, etc. Serían mucho menores si se trabajara sobre aspectos preventivos y de educación a la población. Así entendemos el por qué muchos servicios de urgencias sí son una extensión de los servicios de hospitalización, estando más hallá del propio hospital, muchas veces la solución del problema. Queda entonces dentro de la responsabilidad de las unidades médicas el perfeccionar los procesos de atención de los pacientes en medicina interna, acortando al máximo la estancia hospitalaria, utilizando más los servicios de atención domiciliaria al enfermo crónico, seleccionando mejor las indicaciones de apoyo, avanzado y optimizando los recursos humanos y materiales del hospital.La responsabilidad de los médicos de urgencias será mejorar la selección de los pacientes que realmente requieren de cuidados hospitalarios y aprovechar mejor la opción de estudiar al paciente en forma ambulatoria en aquellos casos que así se permita por la condición de salud del propio paciente. Muchas veces el temor a las demandas, el desconocimiento médico sobre una enfermedad o la presión del paciente o familiar hacen que se indique una hospitalización cuando en realidad no se requiere. Considerando lo anterior se podrá lograr una mejor utilización de los servicios de hospitalización de medicina interna y urgencias.