2023, Número 2
El largo y sinuoso camino
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 9
Paginas: 49-51
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La Revista Latinoamericana de Simulación Clínica cumple cuatro años de vida. Comenzó este camino en su primer número (enero-abril 2019) con un editorial titulado Investigación en Simulación en Latinoamérica: una buena y una mala noticia.1 La mala noticia era que los países latinoamericanos representaban una proporción ínfima de la inversión mundial en investigación y desarrollo.2 Cuatro años (y una pandemia) después las cosas no han cambiado significativamente para Latinoamérica y el Caribe, que siguen destinando sólo 0.65% de su producto interno bruto (PIB) en investigación y desarrollo, comparado con el 3.3% de Norteamérica o el 2% de Europa.3
La buena noticia hoy es que, tras cuatro años de actividad ininterrumpida, la Revista Latinoamericana de Simulación Clínica continúa representando el interés de nuestra región por comunicar lo que hacemos y ponernos a la par con el resto del mundo.
Permanecer después de cuatro años, es un gran logro. El viejo adagio publish or perish,4 que impera en la academia, aplica también a la literatura científica y biomédica.
La literatura científica, tal como la conocemos, tiene sus ejemplos más antiguos en el siglo XVII en Francia, con el Journal des Savants y el British Philosophical Transactions de la Royal Society. Ambas, al igual que ahora, complementaban la difusión en ciencia con reuniones o congresos científicos.5 La Revista Latinoamericana de Simulación Clínica ha sido el órgano de difusión de la actividad científica y académica de la Federación Latinoamericana de Simulación Clínica y Seguridad del Paciente, homologándose a otras revistas asociadas a sociedades internacionales de simulación clínica, como Simulation in Healthcare, Advances in Simulation, Clinical Simulation in Nursing o el International Journal of Healthcare Simulation.
¿Debemos estar contentos? ¡Por cierto! ¿Debemos estar satisfechos? ¡Nunca!
Éste es un buen momento para reflexionar respecto a cómo llegamos hasta acá y qué camino queremos tomar en el futuro.
Y es que en tiempos en que se habla de diversidad, equidad e igualdad de acceso, la representatividad de Latinoamérica en el contexto mundial, al igual que con otras regiones (Norteamérica, Europa, Asia), es una necesidad estratégica y a la vez un imperativo ético: los problemas de salud, la enseñanza de los profesionales, el desarrollo de las disciplinas debe incorporar las miradas desde todos los rincones del globo, las realidades con distintos recursos e idiomas.
Hoy, la dificultad de acceso a la información de antaño dio paso a una avalancha de información. El problema es cómo filtrarla en cuanto a calidad. Cada día aparecen más publicaciones de escasa rigurosidad, cuya validez es cuestionable,6 pero que afectan globalmente la calidad de la evidencia que se genera.
En ese sentido, es fundamental que las revistas de acceso abierto, como la nuestra, busquen credenciales de seriedad, en un plan de mejoramiento continuo que eleve la calidad de los artículos que se publican. Es, por tanto, un objetivo del Comité Editorial aspirar a ser indexados en bases de datos científicas de renombre, como PubMed.
El sitio web de PubMed, administrado por el Centro Nacional de Información Biotecnológica (NCBI) de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (NLM), es uno de los repositorios más influyentes de literatura médica y de ciencias de la salud a nivel mundial, aunque no el único. La indexación en PubMed proporciona a una revista una visibilidad significativa y un respaldo de credibilidad.7 Esta meta puede ser especialmente desafiante para las publicaciones científicas emergentes como nosotros, la Revista Latinoamericana de Simulación Clínica.
Para ser considerado el registro en MEDLINE, una revista científica debe cumplir con una serie de requisitos establecidos por el Comité Asesor de Literatura Biomédica de la Biblioteca Nacional de Medicina (NLM) de los Estados Unidos. PubMed tiene estrictas directrices técnicas para la indexación.
La revista debe estar en consonancia con el alcance de la bibliografía MEDLINE/PubMed. Esto incluye campos como la biomedicina y la salud, pero también se incluyen aspectos de las ciencias biológicas, físicas y sociales que están relacionados directamente con la salud. Se debe publicar información científica original y de alta calidad. Se evalúa la validez, importancia, originalidad y contribución al campo de los trabajos publicados.
Se debe demostrar que la revista tiene un riguroso proceso de revisión por pares. Este proceso debe ser claro y transparente.
El equipo editorial debe ser reconocido en su campo y debe tener la capacidad de mantener la calidad de la revista. También se evalúa la diversidad geográfica del consejo editorial y de los autores.
La revista debe tener una programación regular de publicación y debe cumplir con ella. También debe mantener las pautas éticas para la publicación en el campo biomédico. Esto incluye, entre otros, políticas sobre la declaración de conflicto de intereses, la ética en experimentos con animales y humanos, y la política de plagio.
En cuanto a su estructura, la revista debe cumplir con las normas internacionales para la publicación de revistas científicas. Esto incluye aspectos como el formato de los resúmenes, la presentación de estadísticas y el formato de las referencias.
Se prefiere que las revistas proporcionen el acceso abierto a su contenido.
Es importante tener en cuenta que cumplir con estos requisitos no garantiza la indexación en MEDLINE. La decisión final la toma el Comité Asesor de Literatura Biomédica de la NLM después de una revisión completa de la revista.
La indexación en PubMed requiere que la revista tenga reconocimiento y visibilidad internacional. En ese sentido, hay que esforzarse en poner de manifiesto la relación de la revista con la Federación Latinoamericana de Simulación Clínica y Seguridad del Paciente y, a su vez, de ésta con sus sociedades hermanas internacionales.
Este es un desafío que requerirá compromiso y recursos, pues será necesario aumentar la periodicidad de publicación de nuestros números, aumentar la estrictez de los criterios de selección de los artículos y la participación efectiva del equipo de revisores y del cuerpo editorial. En ese sentido, requerimos un Comité Editorial robusto, capaz de dar retroalimentación efectiva, pues se requerirá aumentar la estrictez en la recopilación de los manuscritos que se publican, lo que necesitará de un doble rol: por una parte, conocimientos para una adecuada selección, y por otra, para ir educando a quienes envíen artículos, como una forma de ayudar a mejorarlos.
No es una tarea fácil, pero si tenemos una hoja de ruta, es perfectamente abordable y es necesario que sea así, como un primer paso a la indexación y a obtener métricas de impacto en el mediano plazo.
Por último, dejo un punto tremendamente relevante y que tiene dos facetas: una es la inequidad existente en la literatura científica respecto al uso del idioma inglés, el "latín moderno", haciendo que este proceso sea un "camino largo y sinuoso". Razón por la cual titulé este editorial en ese idioma, pese a la perplejidad de la Editora en Jefe por mi decisión.
Existe abundante literatura abordando las dificultades que experimentan los académicos e investigadores que lidian con el inglés como segundo idioma en la comunicación científica. En el ámbito académico, la visibilidad y el reconocimiento están estrechamente ligados a la capacidad de una publicación para ser indexada en bases de datos científicas reconocidas internacionalmente, como PubMed, Scopus, o Web of Science.
Aunque la ciencia es, en teoría, una empresa universal, la realidad es que el inglés es (aún) el idioma predominante de la comunicación científica. Esto presenta un desafío significativo para las revistas que publican en español u otros idiomas no ingleses.8 A pesar de que bases de datos como PubMed no excluyen explícitamente las revistas que publican en otros idiomas, el sesgo hacia el inglés es evidente tanto en la representación desproporcionada de la literatura en ese idioma como en las prácticas de revisión, que a menudo dependen de hablantes nativos de inglés.9
Esta predominancia limita la difusión de la investigación a audiencias que no son de habla inglesa. Aunque los investigadores pueden traducir sus trabajos a esa lengua para aumentar su visibilidad, esto puede conllevar costos significativos y ser un proceso lento y laborioso. A menudo, estas barreras resultan en la invisibilidad relativa de la investigación en idiomas distintos al inglés, lo que contribuye a una visión sesgada y no inclusiva de la producción científica mundial.
Ahí surge la segunda faceta: la de la oportunidad. La Revista Latinoamericana de Simulación Clínica puede constituir la voz para los académicos e investigadores en el campo de la simulación clínica en idiomas distintos al inglés que se hablan en Latinoamérica (español y portugués), y a través nuestro, dar visibilidad a la creación y comunicación de conocimiento de simulación clínica.
Al hacerlo, no sólo se reconoce y valida la importante contribución de los investigadores latinoamericanos, sino que también se enriquece el cuerpo global de conocimientos científicos. Una visión más inclusiva de la ciencia no sólo beneficia a los investigadores y revistas de regiones subrepresentadas, sino a toda la comunidad científica y a la sociedad en general.
Queda tanto por hacer… pero si se asumen estos desafíos de manera conjunta, seria y coordinada, con una visión institucional que trascienda a las personas, estoy seguro de que en el mediano plazo estaremos escribiendo un editorial reseñando nuestra indexación y el reconocimiento de la comunidad de simulación clínica mundial a la labor de la Revista Latinoamericana de Simulación Clínica.
REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
AFILIACIONES
1 Jefe División de Anestesiología. Escuela de Medicina. Pontificia Universidad Católica de Chile.
CORRESPONDENCIA
Fernando R Altermatt. E-mail: fernando.altermatt@gmail.com