2022, Número 3
Impacto de la vacunación en el comportamiento de la infección por SARS-CoV-2 en el personal adscrito al Instituto Materno Infantil del Estado de México, durante el periodo de marzo 2020 a mayo 2022
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 14
Paginas: 129-137
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RESUMEN
Introducción: se realizó estudio para conocer el impacto de la vacunación en el personal adscrito al Instituto Materno Infantil del Estado de México. Objetivo: identificar el impacto de la vacunación en el comportamiento de la infección por SARS-COV-2 en el personal adscrito al Instituto Materno Infantil del Estado de México, durante el periodo de marzo de 2020 a mayo de 2022. Material y métodos: estudio observacional analítico longitudinal retrospectivo, con un universo de trabajo de 312 personas con infección confirmada por laboratorio y que participaron en la encuesta de investigación. El análisis estadístico fue con estadísticas descriptivas y medidas de asociación. Resultados: la vacunación disminuyó la incidencia de casos de primoinfección y de reinfecciones, riesgo de hospitalización y de intubación endotraqueal. El periodo de protección disminuyó con el tiempo y con la prevalencia de variantes de SARS-CoV-2. Conclusiones: la vacunación favoreció el control de la pandemia, al disminuir la incidencia y los casos graves. La aparición de variantes más transmisibles y con evasión a la protección de las vacunas no evitó el incremento de incidencia, pero mantuvo la disminución de casos graves.INTRODUCCIóN
Los coronavirus (CoV) han acompañado al ser humano y animales desde tiempos remotos. El primer CoV aislado correspondió al virus de la bronquitis infecciosa aviar en 1930, éstos son microorganismos que infectan los sistemas respiratorio, gastrointestinal, hepático y nervioso central de humanos, ganado, aves, murciélagos, ratones y de muchos otros animales salvajes.
Desde finales de 2019 la pandemia COVID-19, iniciada en China y expandida rápidamente a todos los continentes, ha tenido características especiales en cuanto a su presentación, temporalidad, medio ambiente, población afectada y consecuencias en la salud de las personas que la han padecido; desde altos porcentajes de asintomáticos, hasta los millones de muertes registradas. Aunque se le llamó neumonía por COVID-19, muchos pacientes tienen manifestaciones durante la enfermedad, originada por el daño a las vías aéreas, así como otros aparatos y sistemas, asimismo, se ha observado la presencia del llamado síndrome post-COVID, que tiene manifestaciones sistémicas variadas.1
Según la información que captura diariamente la Facultad de Medicina de la Universidad de John Hopkins, el SARS-CoV-2 ha infectado, hasta finales de mayo de 2022, a 536.4 millones de personas en el mundo con 6.8 millones de defunciones y en México han sido 5.8 millones de enfermos y 325.2 mil defunciones.2,3
Después de iniciada la vacunación a finales de diciembre de 2020, los casos graves disminuyeron notablemente, a finales de mayo hubo menos hospitalizados que requerían de aporte de oxígeno y la cantidad de defunciones también disminuyó. La misma fuente de John Hopkins en México indicó que se habían aplicado, hasta finales de mayo de 2022, 209 millones de dosis de vacunas, lo cual ha impactado en los daños a la salud de la población.2
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus asociados han estado trabajando para desarrollar, fabricar y distribuir vacunas seguras y eficaces.4 Las exigencias relativas a la seguridad y la eficacia de las vacunas son extremadamente altas, habida cuenta de que las vacunas se administran a personas sanas y sin enfermedad, por lo que requieren ensayos clínicos controlados, exámenes de la eficacia y la seguridad destinados a obtener las aprobaciones reglamentarias y normativas de salud pública, en este caso el proceso se hizo con rapidez dada la emergencia de salud en donde cada país examinó los datos para decidir la autorización de la aplicación de vacunas.5 "Se ha demostrado que las vacunas contra la COVID-19 son seguras y eficaces y que salvan vidas. Como las demás vacunas, no inmunizan por completo a todas las personas vacunadas y aún no se sabe hasta qué punto pueden evitar la transmisión".6
En los días iniciales de diciembre de 2020, Reino Unido se convirtió en el primer país del mundo en aprobar la vacuna contra el coronavirus de Pfizer/BioNTech, con lo que abrió el camino para la vacunación masiva. La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios de Reino Unido informó que la vacuna ofrece 95% de protección contra la COVID-19, por lo que es segura. Las primeras 800,000 dosis estuvieron disponibles en el mismo mes y fue prioridad la vacunación a personas mayores, a aquellos en residencias de ancianos y al personal sanitario.
Se trata de la vacuna que más rápido ha pasado de ser un concepto a una realidad: su desarrollo se produjo en tan sólo 10 meses, siguiendo los mismos pasos que normalmente toman 10 años. La vacuna fue desarrollada en Bélgica para aplicarse en dos dosis, con 21 días de diferencia entre la primera y la segunda.7 Con fecha 12 de enero de 2022, la OMS ha incluido nueve vacunas que incluyen a Pfizer-BioNTech (31 de diciembre de 2020), Oxford/AstraZeneca (16 de febrero de 2021), Janssen (12 de marzo de 2021), Moderna (30 de abril de 2021), Sinopharm (7 de mayo de 2021), CoronaVac (1 de junio de 2021), Covaxin (3 de noviembre de 2021), Covavax (17 de diciembre de 2021), Nuvaxovid (20 de diciembre de 2021).8 En México se autorizaron las mismas vacunas además de Gam-COVID-Vac, Cansino y Abdala para su uso en mayores de 18 años, en el periodo de diciembre de 2020 a diciembre 2021.9
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) autorizó, el 24 de junio de 2021, el uso de emergencia de las vacunas Pfizer y BioNTech para que fuera administrada a la población de 12 a 17 años. "El biológico cumple requisitos necesarios de calidad, seguridad y eficacia".10 La vacunación para el grupo etario de 5 a 11 años tiene una dosis y composición diferente al biológico aprobado para mayores de 12 años y fue autorizada en marzo de 2022, pero aún sin incluirla en la estrategia nacional de vacunación contra el coronavirus.11 Cabe mencionar que la vacuna Sputnik no está autorizada por la Cofepris; sin embargo, se estuvo aplicando.
En el transcurso de la pandemia han aparecido variantes del virus SARS-CoV-2 que presentan diferentes características de transmisibilidad, cuadro clínico y cierto grado de evasión de la protección de las vacunas.
Con base en el informe del consorcio mexicano de vigilancia genómica, las variantes en México han tenido el comportamiento que se muestra en la Figura 1. La variante alfa estuvo presente de marzo a agosto de 2021 con un pico máximo en mayo, periodo en que se aisló en 19% de las muestras; las variantes beta y lambda se aislaron en el mes de abril de 2021 pero no presentaron una circulación importante; la variante gamma circuló de abril a septiembre de 2021, con un pico máximo en junio, en que se aisló en 31% de las muestras; delta circuló de mayo de 2021 a enero de 2022 con un pico máximo en noviembre en que se aisló en 99% de las muestras; la variante ómicron ha estado presente desde noviembre de 2021 hasta la actualidad, y se aisló en abril de 2022 en 100% de las muestras.12
Aún es incierto el periodo de protección de las vacunas contra COVID-19, se sabe en general que los niveles de anticuerpos alcanzan títulos adecuados a las cuatro semanas de la aplicación de vacunas. El Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE, por sus siglas en inglés) de la OMS aconseja ofrecer una dosis de refuerzo entre cuatro y seis meses después de la primera tanda de vacunación, para aumentar la protección contra los síntomas graves y la muerte por esta enfermedad; sin embargo, un pequeño porcentaje de personas seguirán enfermando de COVID-19 aunque se encuentren vacunadas, debido a que la eficacia de la vacuna disminuye con el tiempo, también contra la infección leve y asintomática con las variantes ómicron y delta.13
De acuerdo con los CDC (Centers for Disease Control and Prevention), para la revacunación en mayores de 18 años se recomienda un esquema principal o básico de dos dosis con un intervalo entre ellas de tres a ocho semanas con vacuna Pfizer y Novavax, y de cuatro a ocho semanas con vacuna Moderna o una sola dosis de vacuna Janssen; en todos los casos una revacunación dos meses después de la segunda dosis.14
La suma de acciones preventivas aplicadas en forma simultánea, sin duda, es una estrategia más efectiva que las mismas acciones aplicadas en forma aislada, ya que se aplican medidas en diferentes eslabones de la cadena epidemiológica y el impacto sobre la enfermedad se potencializa. La vacunación como elemento de prevención ha sido la base del control de las enfermedades infectocontagiosas, por lo que el desarrollo de vacunas contra COVID-19 ha sido fundamental para el control de la pandemia.
Si bien, las vacunas fueron autorizadas para su uso de emergencia, con el tiempo han demostrado efectividad al disminuir el número de casos. No obstante, las inquietudes presentes incluyen el desconocimiento del número de dosis suficientes para la protección, el periodo de protección de las dosis aplicadas y el intervalo de tiempo para la revacunación; por tal motivo se establece un estudio de investigación.
MATERIAL Y MéTODOS
Se realizó un estudio observacional, analítico, longitudinal y retrospectivo; el objetivo establecido fue identificar el impacto de la vacunación en el comportamiento de la infección por SARS-COV-2 en el personal adscrito al Instituto Materno Infantil del Estado de México, durante el periodo de marzo de 2020 a mayo de 2022.
El universo de trabajo estuvo conformado por personal de salud que presentó infección por COVID-19 y que respondió la "cédula para caracterizar el síndrome COVID-19 en servidores públicos que fueron resguardados por la infección SARS-CoV-2". El criterio de inclusión fue personal con confirmación de la infección por pruebas de laboratorio (PCR o prueba de antígeno), el criterio de exclusión fue personal sin prueba de laboratorio o con prueba de laboratorio negativa, mientras el criterio de no inclusión fue personal que no aceptó contestar la encuesta.
Las variables independientes estudiadas fueron el esquema básico y el esquema completo de vacunación, las variables dependientes fueron reinfecciones, hospitalización e intubación endotraqueal.
El análisis de información se realizó mediante estadísticas descriptivas y medidas de asociación. La presentación de resultados mediante la elaboración de curva epidémica, cuadros y gráficas.
RESULTADOS
Se recabaron 312 cuestionarios de personal de salud que presentó COVID-19, de los cuales 52% fue personal del Hospital para el Niño, 30% del Hospital de Ginecología y Obstetricia, 13% del Centro de Especialidades Odontológicas y 5% de oficinas centrales.
De los 312 casos que presentaron un primer cuadro de infección, 19% (59 casos) tuvieron un segundo caso de infección y 26% (ocho casos) un tercer cuadro. Por otro lado, 43% (134 casos) experimentaron su primera infección en 2020, 18% (57 casos) en 2021 y 39% (121 casos) en 2022. Respecto al personal que presentó un segundo cuadro de infección, 10% (seis casos) lo padeció en 2020, 22% (13 casos) en 2021 y 68% (40 casos) en 2022. En 2022 hubo 100% (ocho casos) de los casos de tercera infección. No se notificaron más reinfecciones en el periodo de estudio.
La curva epidémica muestra una disminución de casos durante el año 2021, respecto al 2020, de 50% y con un rápido incremento desde inicios de 2022, al observar, durante los cinco meses incluidos en el estudio de este último año, un incremento de 21% respecto a todo el año 2020 y de 141% respecto a todo el año 2020 (Figura 2).
En 2020 se presentaron 43% de los casos de primera vez y 10% de los casos de segunda vez; en 2021, 18% de los casos de primera vez y 22% de los casos de segunda vez; en 2022, 39% de los casos de primera vez, 68% de los de segunda vez y 100% de los de tercera vez (Tabla 1).
La encuesta mostró 155 personas con antecedente de vacunación contra SARS-CoV-2 antes de su primera infección; sin embargo, tres de los casos fueron eliminados porque reportaron su vacunación en fecha no compatible con el inicio de la vacunación en México, por lo que quedaron 152 casos, de los cuales 25% contaban con el esquema básico (dos dosis) cuando presentaron la infección y 60.53% contaban con esquema completo (dos dosis y refuerzo), en 54.61% de estos casos la vacuna aplicada fue AstraZeneca. Para el segundo cuadro de infección 28% de los casos contaba con esquema básico y 64% con esquema completo, en 80% de estos casos la vacuna aplicada fue AstraZeneca. En el tercer c uadro 25% contaba con esquema básico y 62.50% con esquema completo, en 75% de estos casos la vacuna aplicada fue Pfizer (Tabla 2).
En el personal vacunado el rango de tiempo de vacunación con esquema básico y el primer cuadro de infección fue de cuatro días a 56 semanas, de los cuales 47.37% tenían menos de cinco semanas de aplicación, 27.63% tenían de cinco a 24 semanas y 23.68% más de 24 semanas, en dos casos se desconoció el tiempo (Tabla 3).
Los 312 casos se siguieron en tres cohortes de acuerdo con la fecha del primer cuadro de infección (Tabla 4).
La cohorte 2020 con 134 casos (43% del total), todos sin antecedente de vacunación; 33% presentó un segundo cuadro de infección (44 casos), con antecedente de vacunación en 80% (35 casos), 66% con esquema completo; 6% (ocho casos) tuvo un tercer cuadro de infección, todos con antecedente de vacunación, 63% con esquema completo.
La cohorte 2021 con 57 casos (18% del total) con antecedente de vacunación en 60% (34 casos), 47% con esquema inicial y 21% con esquema completo; 26% (15 casos) presentó una segunda infección, 100% con antecedente vacunal, 40% con esquema básico y 60% con esquema completo; ninguno tuvo un tercer cuadro de infección durante el periodo de estudio.
La cohorte 2022 con 121 casos (39% del total) con antecedente de vacunación en 95% (118 casos), 23% esquema básico y 72% esquema completo, hasta la fecha de corte del estudio ninguno manifestó un segundo o tercer cuadro de infección.
En el primer cuadro de infección se hospitalizaron 21 pacientes (7% del total), 95% (20 casos) sin antecedente vacunal; 53% (151 casos) que no requirieron de hospitalización contaban con antecedente vacunal. Sólo se hospitalizó un caso de los 59 con segunda infección, el cual contaba con vacunación. Así, 84% (49 casos) que no se hospitalizaron contaban con un antecedente vacunal. De los ocho casos de tercera reinfección ninguno requirió hospitalización, 100% de éstos contaba con antecedente vacunal (Tabla 5).
En el primer cuadro de infección, cuatro pacientes requirieron intubación endotraqueal para ventilación mecánica, sólo dos contaban con vacuna contra COVID-19. Ninguno de los casos que presentó un segundo o tercer cuadro de infección requirió ventilación mecánica (Tabla 6).
El riesgo relativo de ser hospitalizado debido a infección por COVID-19 en caso de contar con vacunación fue de 0.08, con un riesgo atribuible de -0.11 y una fracción etiológica del riesgo de 11.83%. El riesgo relativo de necesitar intubación en pacientes hospitalizados no vacunados fue de 10, con un riesgo atribuible de 0.9 y una fracción etiológica del riesgo de 90%.
DISCUSIóN
Durante 2020 no hubo vacunación, por lo que el comportamiento de este año sirvió de marco de comparación.
Se pudo observar el impacto de la vacunación durante el segundo año de la pandemia con una disminución de la mitad de casos de primera vez; sin embargo, ese comportamiento no se mantuvo durante el 2022, año en que el incremento de casos fue muy rápido y rebasó los casos presentados en 2020 y 2021, lo que coincidió con la variante ómicron de SARS-CoV-2 que fue predominante en ese periodo, variante de alta transmisibilidad y patogenicidad pero de baja virulencia, esto favoreció no sólo los primeros cuadros de infección, sino también los segundos y terceros cuadros.
Establecida la vacunación, los casos de infección continuaron en la población con una baja cobertura, con lo cual se pudo observar una cobertura general de esquema completo de 60% en el personal que padeció un primer cuadro de infección, de 64% en los que presentaron un segundo cuadro y de 62% en los que tuvieron un tercer cuadro.
Se observó que de los casos que manifestaron el primer cuadro de infección en 2021, 32% tenían el esquema básico y 21% el esquema completo. En 2022, 23% tenía el esquema básico y 72% el esquema completo, lo que puede sugerir una pérdida de la protección de la vacuna en la variante ómicron.
Un factor que se tomó en cuenta al analizar el impacto de la vacunación fue el periodo existente entre la vacunación y la infección, de tal manera que se encontró en periodo de protección efectiva (cinco a 24 semanas) sólo 27.63% de los casos.
La protección por vacuna aplicada no fue evaluable, dado que la aplicación respondió a la vacuna designada y distribuida por nivel federal a las diferentes regiones del Estado, tuvo el mayor porcentaje de aplicación la vacuna Pfizer para el esquema básico y AstraZeneca para la revacunación en el personal que se vacunó dentro de la institución, pero hubo personal que decidió vacunarse en las sedes cercanas a su domicilio y en los periodos establecidos por grupos de edad. No obstante, llama la atención que la infección se presentó en casos vacunados principalmente por AstraZeneca.
La vacunación y la presencia de cuadros de infección previos disminuyeron el riesgo de hospitalización e intubación endotraqueal. La vacunación fue un factor de protección para hospitalización de 92%, lo que le atribuyó 11% de disminución de hospitalizaciones; la falta de vacunación incrementó 100% el riesgo para intubación endotraqueal, con lo que se adjudicó 90% del incremento de riesgo.
CONCLUSIONES
La vacunación mostró impacto en la disminución de la incidencia de casos y en la gravedad de éstos; no obstante, el periodo de protección disminuyó con el tiempo y con la presencia de nuevas variantes del virus SARS-CoV-2, específicamente en el periodo de prevalencia de ómicron. No es posible; sin embargo, eliminar el efecto del nivel de apego de las demás medidas de prevención, el cual ha ido disminuyendo con el tiempo conforme la población se ha ido familiarizando con la enfermedad y normalizando su comportamiento. Se requieren más estudios para soportar dicha afirmación.
Los resultados se vieron afectados por un sesgo de selección y por la falta de respuesta de algunas personas de la población convocada, así como por un sesgo en la información que dependió de la memoria de los encuestados.
REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
El País. México avala la vacuna para menores a partir de los cinco años, aunque el Gobierno aún no la incluya en su plan de vacunación. 2022. Disponible en: https://elpais.com/mexico/2022-04-06/mexico-avala-la-vacuna-para-menores-a-partir-de-los-cinco-anos-aunque-el-gobierno-aun-no-la-incluye-en-su-plan-de-vacunacion.html
OPS. El Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización de la OMS actualiza recomendaciones sobre dosis de refuerzo y vacunación COVID-19 para niños. 2022. Disponible en: https://www.paho.org/es/noticias/21-1-2022-grupo-expertos-asesoramiento-estrategico-sobre-inmunizacion-oms-actualiza#:~:text=21%20de%20enero%20de%202022,las%20vacunas%2C%20de%20la%20nueva
AFILIACIONES
1 Coordinadora Institucional de Epidemiología. Instituto Materno Infantil del Estado de México (IMIEM). México.
2 Directora General. Instituto Materno Infantil del Estado de México (IMIEM). México.
3 Director de Servicios Médicos. Instituto Materno Infantil del Estado de México (IMIEM). México.
CORRESPONDENCIA
Dra. Esmeralda Hernández-Muñiz. E-mail: epidemio.imiem@gmail.comRecibido: 22/09/2022. Aceptado: 19/10/2022.