2023, Número 3
Conocimiento y actitud en torno a la donación de órganos en una población hospitalaria en la Ciudad de México (encuesta 2021)
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 14
Paginas: 195-202
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RESUMEN
Introducción: en México hay 23,092 personas en lista de espera para recibir un órgano trasplantado. El enfoque de este estudio es analizar el papel que desempeñan tanto la difusión de información como la educación en el conocimiento, actitud y acciones personales en torno a la donación. Objetivo: analizar la actitud y conocimientos en torno a la donación en dos grupos paralelos dentro del Hospital Angeles Pedregal (HAP). Material y métodos: estudio transversal, analítico, observacional a través de la aplicación de una encuesta no validada y modificada. Se aplicaron 210 encuestas a dos grupos: personal de salud y población general. Resultados: al comparar ambos grupos encontramos una diferencia significativa en las variables conocimiento del problema (p = 0.0109), actitud (p = 0.0048) y acciones personales (p = 0.0479) en favor del grupo relacionado con personal de salud. Conclusión: la información y la educación pueden influir en la aceptación a la donación. Un obstáculo importante es la falta de iniciativa en la población, por lo que hay que alentar a los individuos tanto a dialogar de forma cotidiana sobre el tema como a generar documentos legales que avalen su voluntad.INTRODUCCIóN
Durante las últimas décadas los cambios demográficos en la población y el aumento en la prevalencia de los factores de riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles han contribuido a incrementar la demanda de trasplantes de órganos. Para muchos pacientes el trasplante es la única solución disponible para restaurar la función orgánica y prevenir la muerte prematura.1 Según datos reportados hasta el 10 de septiembre de 2021 por el Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) en México hay 23,092 personas que se encuentran en lista de espera para recibir un órgano trasplantado.2 En 2015 la tasa nacional de donación se reportó en 3.4 pmp (por millón de población), encontrándose muy por debajo de España, líder mundial en donación de órganos, que en ese mismo año tuvo una tasa de 40.2 pmp.3
En México se ha impulsado la donación desde tres áreas: a) como un problema de índole cultural; b) como un tema de legislación; y c) como una tarea de capacitación.4 La cultura es uno de los factores más importantes en la donación de órganos, especialmente si se toma en cuenta que el modelo legislativo que existe en el país está basado en el consentimiento expreso y el consentimiento tácito,5 los cuales toman como última palabra para la donación tanto la voluntad manifestada del individuo como la de los familiares en ausencia de éste. Es por eso que estudiar las actitudes y creencias de la población (así como los factores que inciden en éstas) toma especial relevancia en los esfuerzos por mejorar las tasas de donación.
Diversa literatura internacional ha identificado factores que inciden en la actitud hacia la donación, considerando como los más importantes: comunicación con la familia respecto a la donación de órganos, conocimientos respecto a la donación y trasplante de órganos, confianza en el sistema sanitario y profesión de una religión.6 La disposición a donar varía entre poblaciones y culturas, en diversos estudios con encuestas se han obtenido los siguientes resultados en cuanto a disposición: en China 38.8%,7 en Dinamarca 85%,8 en Colombia 90.6%9 y en México 90%.10 Sin embargo, hay cierta controversia respecto a si la actitud es predictora de la conducta, pues, aunque diversos estudios lo sugieren,8 hay autores como Nordfalk y colaboradores que mencionan que existe una brecha entre actitud y comportamiento, pues no todos los que están hipotéticamente a favor deciden donar.8
En este trabajo nos propusimos averiguar los conocimientos, la actitud y las acciones personales en torno a la donación en una población del Hospital Angeles Pedregal (HAP). Además, decidimos separar la muestra en dos grupos: personal de salud y población general, basándonos en otros estudios que han encontrado diferencias en conocimiento y actitud hacia la donación entre ambos grupos.10 Asimismo, creemos que estas diferencias pueden ser interesantes, puesto que algunos autores consideran que las opiniones del personal de salud son facilitadoras en el proceso de donación e influyentes en la forma de pensar de la población general sobre dicho tema.11
OBJETIVO
Analizar cualitativamente la actitud y conocimientos en torno a la donación de órganos del personal de salud y la población general que acuden al Hospital Angeles Pedregal.
MATERIAL Y MéTODOS
Se realizó un estudio transversal, analítico, observacional de dos grupos paralelos a través de la aplicación de 210 encuestas al personal de salud del HAP (n = 107) y a la población general del hospital (n = 103) durante el periodo de septiembre de 2021 a febrero de 2022. En la categoría de personal de salud se incluyeron médicos, residentes, personal de enfermería, estudiantes de medicina y personal del laboratorio; mientras que la población general consistió en pacientes o familiares en consulta externa y donadores de sangre. La muestra fue aleatoria y estratificada. Los criterios de inclusión fueron personas de los grupos previamente mencionados mayores de 18 años que aceptaron participar mediante un consentimiento informado. Los criterios de exclusión fueron personas que no respondieron la encuesta en su totalidad.
Se utilizó una encuesta de preguntas divididas en las siguientes secciones: I. Conocimiento del problema, II. Actitud hacia la donación y III. Acciones personales y expectativas en torno a la donación. Ésta fue tomada de la encuesta realizada por Guerra-Sáenz E y colaboradores12 así como de Mora Arias y colegas10 no validadas y modificadas por los autores.
ANáLISIS ESTADíSTICO
Se elaboró una base de datos en la que se almacenó la información, posteriormente se analizó mediante estadística descriptiva cada variable. Se realizó prueba t de Student para comparar los grupos.
RESULTADOS
Se aplicaron 210 encuestas en el Hospital Angeles Pedregal, de las cuales 107 fueron respondidas por personal relacionado al área de la salud y 103 por población general del hospital. La media de edad para ambos grupos fue de 33.3 años (28.6 años para personal de salud y 38.1 años para población general), de los cuales 52% (n = 109) fueron mujeres y 48% (n = 101) hombres. La población relacionada a la salud fue significativamente más joven (p = 0.001), lo que puede influir en la postura ante la donación de órganos. En la Tabla 1 se incluyen las características sociodemográficas de la población.
En las Tablas 2 y 3 se puede observar el conocimiento en cuanto al tipo de órgano trasplantado tanto de donador cadavérico como de donador vivo. Los órganos y tejidos de donador cadavérico de los que se tiene más conocimiento son de córnea, corazón y riñón; mientras que para donador vivo son de riñón, células de la médula ósea e hígado.
En la pregunta "¿Ha escuchado el término 'muerte cerebral'?" 98.1% de los relacionados al área de la salud contestaron "sí y lo entiendo" y 75.7% del público general contestaron lo mismo. Al corroborar la claridad con la que los encuestados entienden este concepto mediante la pregunta "¿Qué sabe respecto a los pacientes que son diagnosticados con muerte cerebral?" encontramos que 86.9% de los relacionados al área de la salud contestaron la respuesta correcta "Que no pueden recuperarse de esa condición de ninguna manera", mientras que sólo 76.7% de la población general la respondieron correctamente (Tabla 4).
En la sección II evaluamos la actitud hacia la donación, observando que 94.4% del personal de salud estaría dispuesto a donar un órgano/tejido en vida y 97.2% dispuesto a donarlo en caso de muerte cerebral; mientras que para la población general 85.4% lo donaría en vida y 96.1% en muerte cerebral. Los órganos/tejidos que en mayor proporción estaban dispuestos a donar ambos grupos fueron corazón (95.3% personal de salud, 85.4% población general) y riñón (95.3% personal de salud, 84.5% población general). Al preguntarles si su familia o pareja tenía conocimiento de su voluntad, observamos que 71% del personal de salud y 49.5% de la población general respondieron "sí, me apoyan"; mientras que 21.5% del personal de salud y 46.6% de la población general respondió que no. El principal motivo para querer donar sus órganos fue "porque es una forma de dar vida" (54.2% personal de salud, 57.3% población general). Por otro lado, de los que contestaron que no donarían sus órganos (n = 21), 25% (n = 5) respondió que su razón para no hacerlo es "por miedo al mal manejo de órganos y a la corrupción".
En cuanto a la disposición a recibir un órgano/tejido si la vida dependiera de ello, encontramos que 96.2% (n = 202) estaría dispuesto a recibir un órgano de donador cadavérico, mientras que si el órgano fuera de un familiar 94.3% (n = 198) lo recibirían. Más de la mitad de los encuestados (58.9% del personal de salud y 55.3% de la población general) respondió que conoce la opinión de su familia/pareja sobre la donación de órganos y que ésta es favorable. Además, 95.7% de todos los encuestados respondieron que estarían dispuestos a donar los órganos de un familiar fallecido que hubiera expresado en vida estar a favor de la donación. Por otro lado, sólo 43.3% respondieron que donarían los órganos de un familiar fallecido sin haber tenido conocimiento de su voluntad al respecto (Tabla 5).
En la sección III: acciones personales y expectativas observamos que sólo 8.1% cuentan con tarjeta de donador voluntario o con el documento oficial de donador. Preguntando si alguna vez habían hablado del tema de donación con personas cercanas detectamos una diferencia entre ambos grupos: 76.6% del personal de salud respondió que sí en comparación con 58.3% de la población general. Además, 68.2% del personal de salud respondió que se sentía muy cómodo hablando del tema, en comparación con 58.3% de la población general. Sólo 3.8% del total respondió que el tema le parecía incómodo y 21.4% respondieron que les era indiferente. De los encuestados, 91% estuvieron de acuerdo con querer recibir más información del tema en el hospital donde se atienden/trabajan y el medio de comunicación que más se prefirió fue el internet (66.2%) seguido de las redes sociales (60%) (Tabla 6).
La comparación entre los dos grupos se realizó con las respuestas positivas mediante prueba t de Student, detectando diferencia significativa en las variables conocimiento del problema (p = 0.0109), actitud (p = 0.0048) y acciones personales (p = 0.0479) en favor del grupo de profesionales de salud.
DISCUSIóN
Existieron diferencias sociodemográficas entre ambos grupos, lo que puede haber influido en la postura a la donación. En la población de personal de salud 61% fue del género femenino, mientras que en la población general fue a la inversa (40% femenino). Asimismo, observamos que la población de personal de salud fue significativamente más joven (p = 0.001), puesto que 70% del personal de salud fue menor de 30 años en comparación con 28% de la población general.
La problemática alrededor de la donación de órganos en nuestro país es un tema de relevancia debido al número de personas que requieren de este medio como solución a sus diversos problemas de salud. En la actualidad y de acuerdo con nuestras encuestas, hemos detectado que existe poca información en torno a los trasplantes y a la donación de órganos en la población general. Al mismo tiempo, esta información proviene, en la mayoría de los casos, de fuentes que son de poca confiabilidad tanto por la veracidad de la información como por la precisión de los datos, siendo en la mayor parte de los casos, dada por los amigos o familiares.
Los órganos que son mayormente conocidos para donar son: corazón, riñón y córnea. Al mismo tiempo, son éstos los órganos que la mayoría de los encuestados estaría dispuesto a donar. Esto nos habla indudablemente de la relación directa que hay entre la difusión de información y la consciencia en torno a la donación de órganos en la población general, por lo tanto, traduce la importancia de enfocar los esfuerzos en este aspecto.
De manera significativa, encontramos que la población más dispuesta a donar sus órganos es la relacionada con el área de la salud. Entre la población general esta proporción es menor. Lo anterior refuerza el concepto de relación que existe entre el acceso a la información y la voluntad de donación. Es destacable que, en muchos de los casos, los familiares de los interesados en ser donadores no están al tanto de la voluntad de sus seres allegados.
Con ayuda de los instrumentos aplicados, descubrimos que el principal motivo por el cual la población rechaza la donación de órganos es el temor al mal manejo de los mismos y que la corrupción se vea involucrada en el proceso. Aumentar la transparencia de los procesos sería, desde nuestra perspectiva, una estrategia que incrementaría la voluntad para donar.
De manera global, destaca que es más aceptada la idea de recibir un órgano con respecto a ser un candidato a donador.
La mayor parte de las personas encuestadas desea recibir más información, toda vez que señalan como medios ideales para la difusión de la misma los sitios de internet y las redes sociales. Esto representa una importante área de oportunidad que vale la pena desarrollar en caso de que uno de nuestros objetivos sea mejorar como país en la donación de órganos y recepción de trasplantes.
CONCLUSIóN
Pudimos comprobar que existe una diferencia significativa a favor del personal de salud en cuanto al conocimiento del problema, actitud y acciones personales. Con lo anterior concluimos que recibir información oportuna y objetiva sobre la donación puede cambiar la aceptación e inclusión de ésta. Comparando nuestros resultados con estudios similares llevados a cabo en el HAP,10,13 observamos que la disposición a donar ha ido aumentando con el paso de los años; sin embargo, ésta puede quedar opacada por las escasas acciones personales, confirmando así que la actitud no necesariamente se relaciona con la conducta.
La gran mayoría de los participantes no cuentan con documentos legales ni han expresado verbalmente a sus familiares su postura. Además, una gran parte de los encuestados respondió que no donaría los órganos de un familiar fallecido sin haber tenido conocimiento previo de su voluntad, lo que representa un círculo vicioso: aunque hay una gran aceptación hacia la donación, las personas a favor no lo manifiestan en vida, lo que dificulta la toma de decisiones por los familiares cuando llega el momento de una posible donación. Los hallazgos coinciden con el Boletín del CENATRA del 2019,14 el cual menciona que la principal causa de donación no concretada es la negativa familiar (70.1%). Por eso concluimos que uno de los obstáculos más importantes es la falta de iniciativa en la población, aunada a la información poco clara y escasa. Las metas para mejorar la tasa de donación desde el ángulo cultural deben encaminarse a difundir información accesible y veraz, así como a alentar a los individuos tanto a dialogar de forma cotidiana sobre el tema como a dejar manifestada su voluntad antes de fallecer.
REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
AFILIACIONES
1 Pasantes de servicio social. Facultad Mexicana de Medicina de la Universidad La Salle, Ciudad de México.
2 Médico internista, profesor de pregrado y postgrado Hospital Angeles Pedregal. Facultad Mexicana de Medicina de la Universidad La Salle, Ciudad de México.
CORRESPONDENCIA
Dr. Federico Leopoldo Rodríguez Weber. Correo electrónico: fweber@saludangeles.comAceptado: 06-07-2022.