2023, Número 1
Donador cadavérico de hígado con SARS-CoV-2-positivo
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 13
Paginas: 41-44
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RESUMEN
La enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha causado un impacto negativo en los procesos de donación de órganos de cadáver en el mundo. La evidencia médica ha sugerido evaluar el riesgo de mortalidad del receptor y riesgo de transmisión del equipo quirúrgico en la decisión de tomar donantes con SARS-CoV-2-positivo. En este caso, nosotros reportamos el proceso de un donante cadavérico de hígado SARS-CoV-2-positivo asintomático para una paciente receptora con falla primaria del hígado trasplantado previamente por trombosis de la arteria hepática catalogada como urgencia de trasplante. El presente caso puede marcar antecedente para que los programas de donación y trasplante comiencen a considerar los donantes SARS-CoV-2-positivo asintomáticos y con alto umbral de ciclo (Ct), para receptores con alta mortalidad y/o morbilidad que potencialmente puedan beneficiarse.INTRODUCCIóN
Desde la aparición de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), causado por el síndrome respiratorio agudo grave coronavirus 2 (SARS-CoV-2), los procesos de donación de órganos de origen cadavérico sufrieron un impacto negativo alrededor del mundo. Las sociedades científicas americanas y europeas recomendaron no usar órganos de donantes con infección activa por SARS-CoV-2, y mediante su detección prevenir posibles riesgos de transmisión. Sin embargo, en abril de 2021, la Red de Obtención y Trasplante de Órganos (OPTN) y el Comité Asesor de Transmisión de Enfermedades (DTCA), mediante la compilación de la evidencia, han sugerido la evaluación del riesgo de mortalidad del receptor, así como el riesgo de transmisión del equipo quirúrgico en la decisión para procurar órganos de donantes con enfermedad activa de COVID-19.1,2
Por otro lado, en pacientes infectados por COVID-19 con disfunción orgánica fuera de los pulmones, se han reportado en hígado lesiones en 14-53%, siendo las causas más frecuentes, infección de células hepáticas, inducida por medicamentos o por el síndrome inflamatorio sistémico.3
En una publicación de Eichenberger EM y colaboradores recomiendan que sean considerados los órganos de donantes COVID-19 positivo para pacientes en lista de espera con la necesidad urgente de un órgano como enfermedad cardiaca en etapa terminal o daño hepático fulminante, asimismo pacientes enlistados con alta morbilidad.4
En México, a raíz de la pandemia por SARS-CoV-2, la actividad se ha reducido a menos de 10 trasplantes de donador fallecido por mes. Asimismo, en nuestro país las recomendaciones al Subsistema Nacional de Donación y Trasplante para descartar la donación son los casos sospechosos de COVID-19 hasta un periodo de tiempo de al menos 21 días desde la resolución de los síntomas, pacientes sin datos clínicos compatibles, pero con resultado positivo en las pruebas diagnósticas, o prueba diagnóstica de COVID-19 no disponible.5,6 En este reporte describimos uno de los primeros casos de donante cadavérico con SARS-CoV-2 positivo asintomático, en México.
Para la redacción del presente manuscrito se utilizó la lista de verificación (Case Report Guidelines) CARE 2013.7
PRESENTACIóN DEL CASO
Se presenta el caso de masculino de 16 años de edad que ingresa con diagnóstico de herida por arma de fuego en cráneo, para su evaluación por el Servicio de Neurocirugía, quien establece la muerte encefálica por clínica corroborada por estudio de angiotomografía (Figura 1), donde se aprecia ausencia de flujo arterial cerebral, avisando a la Coordinación de Donación de Órganos y Tejidos con fines de trasplante. Sin antecedentes de importancia, síntomas ni vacunación previa para COVID-19. Se aborda a familiares para solicitar la donación de órganos; la madre, ya que un año previo había fallecido el padre, acepta que se inicie el proceso. Se realizó protocolo de ingreso con laboratorios (Tabla 1) y estudios de gabinete, además de colocación de catéter venoso central; se realiza telerradiografía de tórax sin evidencia que sugiera lesiones o patología pulmonar (Figura 2). La prueba de reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa (PCR-RT) para SARS-CoV-2 se realizó vía nasofaríngea y se envió al Laboratorio Estatal de Salud Pública de nuestro estado quien realiza el procesamiento de estas muestras. Al mismo tiempo se realizaron estudios de laboratorio para evaluar los órganos y tejidos viables para trasplantes siendo el corazón, hígado, ambos riñones, ambas córneas y tejido musculoesquelético. Sin embargo, al ser donante pediátrico grupo y Rh sanguíneo B+, se contactó al Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) para la búsqueda de receptores, cabe mencionar que no hubo receptores para el órgano cardiaco. Un centro hospitalario refirió tener receptor de hígado con urgencia de trasplante, dos centros refirieron tener un receptor pediátrico cada uno para los riñones, otro centro aceptó tener receptores de córneas y un banco de tejidos aceptó participar en la extracción del tejido musculoesquelético.
Mientras se establecía la logística de extracción, también se realizó el proceso legal que establece nuestra Ley General de Salud para la anuencia del ministerio público.8
Horas antes de entrar a quirófano se reporta la prueba PCR-RT para SARS-CoV-2 positiva (Ct 34) en el donante (Tabla 1), por lo cual procedemos a informar al CENATRA y a los equipos de trasplante de cada centro hospitalario. Éstos declinan aceptar órganos y tejidos, excepto el equipo de trasplante hepático manifestando tener la urgencia de trasplante activa de su paciente, y proceden a solicitar la autorización de los padres de la posible receptora, así como consultarlo con el Comité Interno de Trasplantes por el riesgo de donante COVID-19. Ante la urgencia y los procesos establecidos nos comunican continuar la logística de extracción del órgano hepático.
La extracción del hígado se llevó a cabo sin contratiempos y con las medidas esenciales de seguridad y protección para el personal que participó en el procedimiento.
DISCUSIóN
La primera obligación del coordinador intrahospitalario de donación es, hasta donde sus posibilidades lo permitan, evitar que un proceso de donación no se concrete. Ello implica sortear todas las adversidades que se presenten durante el desarrollo del mismo. Sin duda alguna, el riesgo de mortalidad para los receptores en lista de espera se debe sopesar frente al riesgo de transmisión al receptor y al equipo de trasplante.9 En el caso anterior, la receptora era un paciente pediátrico registrada y catalogada como urgencia de trasplante de hígado con diagnóstico de falla primaria del hígado trasplantado previamente por trombosis de la arteria hepática como lo marca el Reglamento de la Ley General de Salud en materia de trasplantes en su artículo 43 II,10 además de tener el tipo sanguíneo (B+) lo cual complicaba encontrar otro donante, con características similares, a corto plazo.
Otro punto a discutir es el umbral de ciclo (cycle threshold-Ct) que son marcadores sustitutos de la viabilidad del virus y cuanto más bajos sean estos valores reflejarían niveles virales más altos; en nuestro caso, el donante era asintomático y obtuvo el Ct de 34 en PCR-RT para SARS-CoV-2 y, aunque su aplicación clínica aún es incierta, podría suponer una carga viral e infectividad no tan alta.11 Asimismo, en la publicación de Serrano-Cumplido y colaboradores mencionan que un Ct entre 31 y 35 equivaldría a una carga viral sin capacidad infectiva y que podría suponer heterogeneidad de la muestra tomada y de los sistemas comercializados.12 Siendo esto relevante a considerar en los futuros procesos de donantes con resultados similares.
Hasta el envío de este manuscrito, el equipo de trasplante hepático reporta evolución satisfactoria de la receptora sin datos de infección clínica y prueba rápida negativa para SARS-CoV-2.
CONCLUSIÓN
El presente caso espera marcar antecedente y referencia de evidencia médica en nuestro país para el aprovechamiento de órganos de donantes cadavéricos para receptores con alta mortalidad y/o morbilidad, tal como ha sido reportado por la literatura médica internacional.13
AGRADECIMIENTOS
A todo el personal del Hospital General Irapuato, Laboratorio Estatal de Salud Pública y Sistema de Urgencias del Estado de Guanajuato por su apoyo en el proceso de donación de órganos.
REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
AFILIACIONES
1 Centro Estatal de Trasplantes del Estado de Guanajuato. Instituto de Salud Pública del Estado de Guanajuato (ISAPEG).
2 Hospital General Irapuato. Instituto de Salud Pública del Estado de Guanajuato (ISAPEG).
3 Unidad Médica de Alta Especialidad No. 25 Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
CORRESPONDENCIA
Miguel Ángel Martínez-Navarro. E-mail: martineznma@hotmail.comRecibido: 21-Abr-2022. Aceptado: 04-Ago-2022