2022, Número 4
Día del médico
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 1
Paginas: 250-251
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La medicina es la más humana de las ciencias, la científica de las artes y la más artística de las humanidades
Dr. Edmundo De Pellegrino.
Profesor ética médica, filosofía y bioética. Universidad George Town. USA.
La medicina como campo de conocimiento y acción, es motivo de constante interés y se concibe como ciencia, arte y más desde hace muchos siglos ya que es la suma del dominio de conocimientos teóricos y habilidades técnicas que se han ido perfeccionando con el tiempo.
En 1973 durante la Convención de Sindicatos Médicos Confederados de la República en la ciudad de Cuernavaca Morelos se estableció que el 23 de octubre se celebra el Día del Médico en homenaje al Dr. Valentín Gómez Farías, quien en 1833 inauguró el establecimiento de las Ciencias Médicas, actual Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México. En otros países, la celebración del día del médico se conmemora: diciembre 03 Día Internacional del Médico para homenajear al Dr. Carlos Juan Finlay Barrés, médico cubano que descubrió al mosquito transmisor de la fiebre amarilla llamado Aedes aegypti; en un principio se llamó Día Panamericano del Médico en 1946. No todos los países han aceptado esta fecha como el único Día del Médico.
El 10 de marzo de 1955 la Federación Médica Venezolana lo conmemora en el natalicio del Dr. José María Vargas, fundador de la Sociedad Médica de Caracas.
En agosto de 1956 en Argentina el Colegio Médico de Córdoba, abalado por la Confederación Médica, se adhirió a la fecha del 03 de diciembre como Día del Médico.
El 30 de marzo de 1933 se festeja el Día del Médico en Estados Unidos de América, para conmemorar el primer aniversario del descubrimiento de la anestesia por el Dr. Crawford W. Long.
En Ecuador se festeja el 21 de febrero, en Guatemala el 07 de abril, en Panamá el 21 de mayo, en Nicaragua el 16 de agosto, en Bolivia el 21 de septiembre, en Costa Rica el 11 de octubre, en Honduras el 27 de octubre y en Perú el 28 de noviembre.
Conmemorar a los médicos en su día busca reconocer la labor de todos por promover el cuidado de la salud, la prevención de enfermedades, enfatizar la trascendencia de un diagnóstico oportuno, brindar tratamientos eficaces y ayudar en la medida de lo posible a la rehabilitación. Es decir, ser Médico es una profesión para ayudar, acompañar y consolar.
CóDIGO DEONTOLóGICO
Luis A Pando Orellana.1
Yo juro por mi vida misma amar y respetar al ser humano en general pero, muy particularmente aquellos que me sean encomendados para atención de sus problemas tanto biológicos, psicológicos y sociales, sin distinción de sexo, edad, raza o condición política y social, así como de creencias religiosas o fronteras.
Así mismo me comprometo dentro del límite de mis capacidades a estudiar y comprender la problemática de mis pacientes sobre la premisa básica de "primero no hace daño": con método científico evaluaré y ponderaré todos los factores conducentes a su enfermedad incluyendo el considerar a la familia y a la sociedad como pacientes. Que utilizaré sin escatimar los medios a mi alcance, sin miedo a preguntar, a decir no sé y sin temor al ridículo; siempre pensado en salvaguardar la integridad física, mental y social de mis pacientes antes que la mía propia. Que no existirán en mi pensamiento ideas y expresiones tales como siempre, nunca o quién sabe.
Que asumiré la responsabilidad de mis hipótesis, diagnósticos y tratamientos manteniendo siempre la duda del costo/beneficio para mi encomendado. Que mi entrega al servicio tendrá un carácter sacerdotal y sagrado, sin caer en falsos misticismos ni mucho menos en el pensamiento mágico y la prepotencia del necio o del ignorante.
Reconoceré el mérito del esfuerzo conjunto y de la honestidad: del límite de mi saber y el asombro frente a lo nuevo, provenga de la investigación científica o de la experiencia de mis pares. Manteniendo una actitud de humidad y gozo frente al que me enseña y empatía y solidaridad hacia el que aprenda de mí. Mantendré la serenidad en todo momento y sostendré mis verdades dando cabida a la duda de los demás (siempre y cuando ambas sean con fundamento racial). Procuraré fomentar la originalidad en mi trabajo rechazando siempre la charlatanería y la práctica sin ética profesional. No transigiré con la necedad y la irracionalidad, la injusticia, los intereses mezquinos, el abuso y la falta de profesionalismo.
Tampoco reconoceré autoridad que no emane del saber, el estudio, el sacrificio y la devoción por el servicio. Combatiré al déspota, al nepotismo y al demagogo, al político y al explotador y les trataré como a enemigos de la verdad y de la medicina.
Respetaré la vida como valor último junto con la calidad de vida y la calidad de muerte que todo humano merece. Toleraré la indiferencia, la distorsión, la marginación, el anonimato y aun el desconocimiento a mi esfuerzo y méritos aun sin conlleva agresión por maldad o ignorancia. Jamás esperaré recompensa alguna ni me sentiré indispensable frente a nadie ni a nada. Reorientaré esas fuerzas negativas en favor de mi crecimiento espiritual sin lamentar mi suerte procurando llenar cada momento de mi vida con la lucha plena de esperanza, orientando a los jóvenes que a mi consultorio vengan hacia la búsqueda de lo ético y lo estético en este oficio de ser médico, aceptando el sacrificio último de perder la vida en el heroico anonimato de lo cotidiano. Aun si este implica (que de hecho lo es) el estar solo y empezar de nueva cuenta sin otra cosa que la voz de nuestro interior que diga: sigue y que la paz sea contigo: frente a la interrogante del hombre, del universo y la vida.
Así sea.
REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
AFILIACIONES
1 Ortopedia, Cirugía de mano. Editor en Jefe de la revista Anales Médicos.
CORRESPONDENCIA
Juan Manuel Fernández Vázquez, FACS. E-mail: fernandezvazquez@yahoo.com