2022, Número S1
Cuidados paliativos en pacientes oncológicos
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 16
Paginas: s118-119
Archivo PDF: 73.99 Kb.
Los cuidados paliativos (CP) forman parte fundamental del manejo integral en los pacientes con enfermedades crónicas como el cáncer; son un enfoque que mejora la calidad de vida de los pacientes y sus familias que enfrentan problemas asociados con enfermedades potencialmente mortales. Previene y alivia el sufrimiento a través de la identificación temprana, la correcta evaluación y el tratamiento del dolor, así como otros problemas, ya sean físicos, psicosociales o espirituales.1 Anualmente un aproximado de 40 millones de personas necesitan cuidados paliativos y se proyecta entre 25 a 47% para el año 2040. Según la Alianza Mundial de Cuidados Paliativos de Hospicio (WHPCA, por sus siglas en inglés) las neoplasias malignas representan 28% de la población que requiere CP a nivel mundial.2
En los últimos años, la prestación de CP junto con la atención oncológica se ha convertido en una práctica recomendada. La importancia de los CP fue reconocida en 2011 por la American Society of Clinical Oncology, exhortan a tener discusiones proactivas y cuidados encaminados a una mejor calidad de vida, emitiendo como recomendación la atención del equipo de CP desde el momento del diagnóstico para todos los pacientes con cáncer metastásico y/o alta carga de síntomas.3 Posteriormente, en México se realizó un consenso con el objetivo de incorporar los cuidados paliativos al Plan Nacional de Cáncer.4 Es importante vincular la atención paliativa durante cada fase de la enfermedad, de tal manera que el paciente reciba atención adecuada y de calidad hasta el final de la vida. Diversos ensayos clínicos aleatorizados han mostrado los beneficios de integrar los CP con la práctica estándar entre los pacientes con cáncer. Estos estudios muestran que los CP tempranos mejoran la calidad de vida, el estado de ánimo, la carga de síntomas y otros aspectos clave como la conciencia del pronóstico, la satisfacción de la atención y la calidad de atención al final de la vida.5,6 En los pacientes oncológicos, la enfermedad, así como los tratamientos recibidos, conllevan al desarrollo de alteraciones hematológicas. La principal manifestación hematológica en pacientes con cáncer es la anemia que se presenta en 39% al momento del diagnóstico y hasta 40% presenta deficiencia de hierro; la anemia provoca fatiga, deterioro funcional y reducción de la calidad de vida, también se ha asociado con una peor respuesta a la terapia antitumoral y una menor supervivencia.7 La transfusión de productos hemoderivados en pacientes oncológicos paliativos puede ser necesaria para el alivio de ciertos síntomas. Aproximadamente 10% del total de pacientes oncológicos tendrán algún tipo de hemorragia que requiere de transfusión de paquetes globulares. En promedio un paciente oncológico recibe tres paquetes globulares en un mes.8 La incidencia de transfusión de paquetes globulares en cuidados paliativos es variable desde 5 a 17.5%, siendo mayor en neoplasias hematológicas. Para decidir una transfusión se deben tomar en cuenta los valores de hemoglobina (< 8 g/dL) y parámetros clínicos. En general las indicaciones precisas para transfundir a un paciente oncológico paliativo son: anemia crónica sintomática, anemia aguda sintomática, hemorragia y profilaxis (procedimientos invasivos).7 La transfusión de plaquetas en paliativos raramente se lleva a cabo con fines profilácticos. Por lo general, se indica cuando ocurre un sangrado que no cede ante maniobras hemostáticas. Se estima que hasta 76% de todas las transfusiones plaquetarias se realizan en pacientes con cáncer.9,10 En la actualidad, los pacientes con neoplasias hematológicas tienen necesidades paliativas significativas, ya que experimentan una carga de síntomas físicos y psicológicos que es comparable o superior a la de los pacientes con tumores sólidos avanzados, incluidos dolor, mucositis, disnea, fatiga, náuseas, estreñimiento y diarrea.11 En un estudio transversal de 180 pacientes con neoplasias malignas hematológicas los pacientes tenían una carga de síntomas considerable con una media general de 8.8 síntomas.12 Otros estudios han mostrado una disminución significativa en la calidad de vida, un aumento de los síntomas depresivos y una alta carga de síntomas en pacientes con neoplasias hematológicas durante su hospitalización para el trasplante de células madre.13 Además, los datos sugieren que muchos pacientes con neoplasias malignas hematológicas pueden no estar recibiendo atención de alta calidad al final de su vida, ya que a menudo son hospitalizados durante el último mes de vida y con frecuencia mueren en el hospital. Se ha observado que mueren con mayor frecuencia en la Unidad de Cuidados Intensivos y/o reciben quimioterapia durante el último mes de vida.14,15 Esto marca una diferencia significativa, puesto que se ha encontrado que los oncólogos hematológicos tienen menos probabilidad de derivar a un paciente con cáncer avanzado a CP. En un estudio multicéntrico se observó que existen diferencias en la percepción de los CP y barreras que impiden la derivación adecuada, como el comportamiento y que estos pacientes suelen responder adecuadamente a la terapia sistémica.16 Finalmente, aunque cuidados paliativos han mejorado a nivel mundial, aún existen áreas de oportunidad, especialmente en los pacientes que desarrollan alteraciones hematológicas y con neoplasias hematológicas avanzadas, al momento de la toma de decisiones y pronóstico.
REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
Jaime-Pérez JC, Turrubiates-Hernández GA, Nava-Obregón T, Coronado-Hernández B, Gutiérrez-Aguirre H, Cantú-Rodríguez OG et al. Palliative care for patients with hematologic malignancies in a low-middle income country: prevalence of symptoms and the need for improving quality of attention at the end of life. Am J Hosp Palliat Care. 2020; 37 (8): 600-605.
AFILIACIONES
1 Cuidados Paliativos, Instituto Nacional de Cancerología.