Espinosa Pulido, Maribel¹

Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 0
Paginas: s53-54
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Mucho hemos hablado de la acreditación para los laboratorios clínicos y bancos de sangre; de su utilidad como herramienta para generar confianza a las diferentes partes interesadas en el proceso de la transfusión sanguínea. Sin embargo, siendo tantos los beneficios para los pacientes, la sociedad, las instituciones, los entes reguladores, ¿por qué son tan pocos los bancos de sangre acreditados? ¿Por qué muchos procesos de implementación no terminan exitosamente? ¿Por qué se queda en el sueño de algunas personas en la organización? Las razones podrían ser muchas y tal vez muy difícil definidas totalmente; no obstante, cuando se pregunta a los responsables de las instituciones coinciden casi al unísono en mencionar factores como: la falta de participación del personal, la no disponibilidad de recursos, el desconocimiento de procesos como la verificación de métodos o la estimación de incertidumbre, el incumplimiento de los cronogramas de mantenimientos preventivos, la no realización de calibraciones y verificaciones de los equipos de medición, la falta de continuidad en actividades como el seguimiento a no conformidades, la falta de capacitación y actualización para el personal, el desgaste que implica la necesidad de documentar y lo excesivo de la documentación requerida por la acreditación y así la lista de razones podría extenderse un poco más. Sin embargo, y más allá de lo que pudiéramos creer al respecto, existe la necesidad imperiosa de implementar un modelo de calidad en nuestras organizaciones que nos permita estandarizar y armonizar los aspectos administrativos y técnicos de la prestación del servicio, garantizar procesos seguros para el paciente, donante y receptor, monitorear la eficacia de los procesos y apoyarnos con información fiable para la toma de decisiones organizacionales, y en esto la acreditación de los sistemas de gestión de calidad cumplen un papel fundamental.

Los modelos de calidad aplicables al banco de sangre son muchos y variados: normativa nacional aplicable, Asociación Americana de Banco de Sangre (AABB), Acreditación en Transfusión, Terapia Celular y Tisular (CAT), ISO 15189 e ISO 9001, todos con reconocimiento nacional e internacional, pero con diferente nivel de exigencia en sus requisitos, modelos que en conjunto aseguran la obtención de componentes seguros, que al final no es negociable, se debe sí o sí cumplir con lo que ellos establecen independiente del esfuerzo o recurso que ello signifique.

La acreditación como modelo especializado y reconocido a nivel internacional nos permite demostrar frente a un tercero que tenemos la competencia técnica requerida para las actividades autorizadas; contar con una acreditación es sinónimo de transformación, de aprendizaje organizacional de compromiso con la mejora y con nuestros usuarios.

AFILIACIONES

¹ Consultoría Especializada en Control de Calidad y Gestión. EMA.