2008, Número 3
Dermatología Cosmética, Médica y Quirúrgica 2008; 6 (3)
Uso de plasma rico en plaquetas en el injerto de grasa
Blugerman G, Schavelzon D, Martínez L, Bonesana G, Chomyszyn A, Pontón A, Izurrategui N
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 12
Paginas: 192-197
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RESUMEN
El plasma rico en plaquetas (PRP) se obtiene mediante una pequeña extracción de sangre que se centrifuga y procesa, de este proceso resulta un gel que es un soporte natural y autólogo del tejido graso para trasplantar. Favorece la formación de matriz extracelular, fibras de colágeno y la angiogénesis de manera más acelerada; como se ha descrito en trabajos de tejidos óseo, promueve la neovascularización y evita la reabsorción del tejido graso trasplantado.La combinación ideal es la del plasma rico en plaquetas (prp) y grasa autóloga, pues ha resultando de gran utilidad para restaurar defectos del tejido subcutáneo atrofiado del rostro, recuperar el óvalo facial o simplemente resaltar ciertos rasgos estéticos. Su uso se amplía también al resto del cuerpo para resolver asimetrías, rellenar depresiones, aumentar volúmenes, corregir secuelas de liposucción o cicatrices deprimidas.
Los factores de crecimiento (FC) son polipéptidos de aminoácidos que forman una proteína globular y que pertenecen al grupo de las citocinas. En diferentes momentos estos FC inducen actividad, proliferación, diferenciación y quimiotaxis en las células blanco, macrófagos y osteoblastos, además de que estimulan la angiogénesis. El factor de crecimiento epitelial (EGF) fue el primero que se descubrió con capacidad de inducir proliferación en cultivos de células de la epidermis; el factor de crecimiento derivado de las plaquetas (PDGF) se considera el más potente para reparar las heridas, además de que es el primero que aparece (antes de las 24 horas de la lesión). Al principio se obtenían por métodos de bioingeniería y se utilizaban en las curaciones de quemaduras y POSTPEELING.
Más tarde, debido a los avances con los implantes dentales, se desarrollaron métodos más sencillos para obtenerlas, a partir de la propia sangre del paciente. Ésta se centrifuga y la fracción correspondiente al concentrado de plaquetas o plasma rico en plaquetas (PRP) se puede activar con una dosis mínima de cloruro de calcio (al 10%), produciendo un coágulo blanquecino muy rico en factores de crecimiento.
En los dos últimos años, en la Clínica B&S se llevaron a cabo 450 intervenciones con autoinjerto de grasa asociado a PRP. De dichas intervenciones, 340 se realizaron para el tratamiento de defectos faciales y 110 casos para el tratamiento de defectos corporales, solos o asociados a LIPOSHIFTING.
La combinación de grasa lipoaspirada en condiciones técnicas especiales, adicionada con PRP está permitiendo inducir una restauración de los tejidos tanto faciales como corporales. Ya que el PRP es un material 100% antólogo, prácticamente está exento de riesgo. En nuestra experiencia, aumenta y mejora la sobrevida del injerto graso a la vez que mejora la textura de la piel bajo la cual se implanta.
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